Buddha bowl de salmón ahumado, arroz integral con quinoa y aliño de tahini

Calorías por ración: 530 kcal

Elaboración

  • ¿Ya tienes tu vasito de arroz integral con quinoa pero no se te ocurre con qué combinarlo? Te contamos una receta fácil con la que disfrutarás de una comida sana y sabrosa: un budda bowl de salmón ahumado con arroz integral con quinoa y aliño de tahini.

    Con el tiempo que te ahorras con los vasitos de arroz brillante, aún te sobran unos minutos extra para dedicárselo a la elaboración de aliños tan deliciosos como el tahini. ¿Que no sabes qué es? Pues presta atención que te lo contamos:

    Buddha bowl de salmón ahumado, arroz integral con quinoa y aliño de tahini

    VASITO DE ARROZ Y QUINOA

    Vamos a empezar haciendo el vasito de arroz integral y quinoa Brillante. Para ello, abre ligeramente la tapa de tu vasito y mételo en el microondas durante un minuto. Una vez que esté listo, sácalo con cuidado de no quemarte, vierte el contenido en un bol y déjalo reservado.

    EL BRÓCOLI

    Mientras que se enfría el arroz integral y la quinoa, toca cocinar el brócoli al vapor.

    Lávalo bien y córtalo en arbolitos pequeños, todo del mismo tamaño. A continuación, pon el brócoli en un recipiente apto para cocinar al vapor en el microondas, salpimiéntalo y cocínalo durante cuatro minutos a máxima temperatura.

    Buddha bowl de salmón ahumado, arroz integral con quinoa y aliño de tahini

    LA VINAGRETA

    Para conseguir la vinagreta de tahini, tienes que mezclar hasta emulsionar todos los ingredientes: el tahini tostado, el aceite de oliva, el sirope de agave, un chorrito de vinagre, el eneldo y el agua. La cantidad de agua será al gusto, teniendo en cuenta que cuanta más le eches, más rebajarás el sabor.

    ¿Ya la tienes? Resérvala junto al arroz integral, la quinoa y el brócoli. ¡Y vamos con las verduras!

    Buddha bowl de salmón ahumado, arroz integral con quinoa y aliño de tahini

    LAS VERDURAS

    Puedes cortar las verduras como quieras, pero si quieres que te quepan todas en tu budda bowl y que además te quede un plato bonito, te aconsejamos que lo hagas de la siguiente forma:

    – Pela y corta en fideos finos la zanahoria. Utiliza un cuchillo, no un rallador. De esta forma te quedarán finos, pero no demasiado. Y un consejo: si sumerges los fideos de zanahoria en agua congelada, podrás darles algo más de forma. Seguirán igual de tersos, pero no tan duros al paladar

    – Corta la col lombarda al igual que la zanahoria, es decir, como si fueran fideos.

    – Pela y corta el aguacate en láminas. Para aprovecharlo al máximo, te recomendamos que le hagas un corte por la mitad y extraigas cada una de las partes con una cucharita pequeña. A partir de ahí, corta a láminas ambas mitades.

    – Pela y corta el mango en daditos no muy grandes.

    EMPLATADO

    Una vez que tengas todos los ingredientes listos, tan solo queda emplatar.

    Empieza echando en tu bowl o plato hondo el arroz integral y quinoa, y ve poniendo al lado el salmón ahumado, el mango, la zanahoria, la col lombarda y el brócoli. Pon el aguacate encima de esta base, en el centro.

    Por último, aliña tu ensalada con la vinagreta de tahini y espolvorea un poco de eneldo fresco por encima.

    ¡Buen provecho!

¿Qué es tahini y qué propiedades tiene?

El tahini o la tahina es una pasta hecha a partir de semillas de sésamo molidas que se utiliza frecuentemente en la cocina de Oriente Medio.

Una de sus recetas más conocidas es la que, además de pasta de sésamo molido, lleva sal, ajo, jugo de limón, perejil y comino.

La tahina está presente en platos tan conocidos como el hummus, el baba ganush, el faláfel o el shawarma. Es decir, que no solo se utiliza como salsa o aliño, sino también como ingrediente que da sabor a guisos, cremas, sopas, ensaladas o postres. Además, también es habitual encontrarla sola para untar con pan de pita.

Hay dos tipos de tahini, el blanco, que se hace triturando semillas de sésamo blancas crudas; y el marrón, que también se hace con semillas de sésamo blancas, pero recién tostadas, lo que le aporta más sabor y aroma.

Son precisamente estas semillas de sésamo las que son una fuente de ácidos grasos esenciales, sobre todo omega 6 y omega 9, lo que las convierte en un alimento ideal para el corazón.

Contiene además vitaminas del grupo B, básicas para el correcto funcionamiento del sistema nervioso; y es rica en cantidad de minerales, especialmente en calcio, hierro, magnesio, zinc y fósforo.

También es rica en proteínas, fibra alimentaria y contiene fitoesteroles, unas sustancias que consiguen mantener a raya el colesterol.

¿Cómo hacer salmón ahumado en casa?

Si te encanta el salmón ahumado pero no tanto el precio que ha adquirido últimamente en el supermercado, estás de suerte, porque te vamos a contar cómo hacer tu propio salmón ahumado en casa. Toma nota:

Lava tu lomo de salmón bajo un chorro de agua a presión durante un buen rato, a continuación, sécalo con papel de cocina.

Prepara en un tupper un lecho bien grueso de sal ahumada y coloca encima el lomo de salmón. A continuación, vuelve a cubrirlo con bastante sal ahumada, hasta que quede completamente cubierto.

Pon peso sobre tu salmón en sal, de forma que se impregne lo máximo posible. Ahora ciérralo con su tapadera o, en su defecto, con un papel film con el fin de que quede bien sellado. Una vez hecho esto, guárdalo en la nevera durante 48 horas.

Pasado este tiempo, verás cómo se ha vuelto rojizo y  ha perdido mucho liquido. Ha llegado el momento de que lo saques de su ‘entierro salado’ para volver a limpiarlo bien bajo un chorro de agua. Una vez hecho esto, sécalo de nuevo con papel de cocina, envuélvelo en papel film, ponlo en un tupper nuevo con tapadera y vuelve a dejarlo en la nevera otras 48 horas.

Y ahora sí, cuando pasen dos días más (cuatro en total)  tu lomo de salmón ‘ahumado’, o más bien dicho, salado, ya está listo para comer. Solo falta que lo cortes en lonchas finas, tal y como viene en los paquetes del supermercado. ¡Y listo!