Salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral

Calorías por ración: 430 kcal

Elaboración

  • Haz que el olor y el sabor de la cocina tradicional italiana se cuele por cada rincón de tu casa con esta sencilla receta de salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral de los vasitos en un minuto de Brillante.

    Seguro que has probado el pesto con pasta, en pizzas, en lasañas o incluso para acompañar carnes, pero… ¿Lo habías hecho alguna vez como salsa para pescado? Pues verás lo bien que está en esta rica receta de quinoa con salmón.

    Salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral

    EL PESTO

    Nada como preparar el pesto de forma tradicional, haciendo la majada en un mortero. Pero si no tienes uno a mano, no te preocupes, también puedes servirte de una trituradora o picadora. Te contamos cómo hacerlo paso a paso:

    En primer lugar, lava bien las hojas de albahaca, pela el ajo y corta el queso en láminas. A continuación, echa todos estos ingredientes en un mortero o cualquier otro recipiente junto a las nueces, el aceite de oliva, la sal y el agua. Tritúralo todo hasta obtener una pasta de pesto homogénea.

    ¿Sabias qué…? Puedes conservar el pesto que te sobre de esta receta hasta cinco días en la nevera.

    Salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral

    EL SALMÓN Y LOS TOMATES

    ¡Vamos con el salmón!

    Pon aceite de oliva en una sartén y, mientras se va calentando, salpimienta los lomos de salmón. Una vez que el aceite esté caliente, échalos al fuego y hazlos vuelta y vuelta. El tiempo dependerá del grosor de los lomos y por supuesto de tu propio gusto. Hay tantas formas de hacer el salmón…

    Mientras, aprovecha para cortar los tomatitos cherry de colores por la mitad.

    ¿Ya lo tienes todo? Resérvalo para el emplatado.

    Salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral

    EL VASITO DE QUINOA

    Ya solo queda el último paso: el vasito de quinoa blanca y soja de Brillante.

    Ábrelo ligeramente e introdúcelo en el microondas durante un minuto. Cuando esté listo, añádelo a la sartén donde has cocinado el salmón para aprovechar el sabor del aceite sobrante. Después de saltear durante unos minutos a fuego alto, la quinoa se habrá impregnado bien del sabor y los granos habrán quedado completamente sueltos.

    Es el momento de emplatar.

    Salmón con tomatitos al pesto y quinoa integral

    Pon al fondo de un plato hondo una buena capa de salsa pesto, justo a la mitad del plato, y coloca encima los tomates y las olivas. A su lado, añade la quinoa y encima de todo el salmón.

    Por último, pincela el pescado con un poco de pesto, añade pegotitos de olivada por el plato y espolvorea con hojas de albahaca fresca.

    ¡Buon Appetito!

Beneficios nutricionales de las nueces

Las nueces se disputan con los pistachos el primer puesto en el ranking de los frutos secos más saludables. El corazón, los intestinos, los músculos, los huesos y hasta el cerebro se benefician enormemente cuando ingerimos nueces. ¿Cuántas? Un puñado al día. Esa sería cantidad más que suficiente para aprovechar sus propiedades, entre las que se encuentran:

– Son fuente de Omega 3 y Omega 6, es decir, son ricas en ácidos grasos poliinsaturados que reducen el colesterol malo y previenen enfermedades cardiovasculares.

– Contienen gran cantidad de ácidos grasos alfa-linoleico y linoleicos que aportan efectos antiinflamatorios.

– Son ricas en potasio, lo que ayuda al desarrollo muscular, especialmente cuando es necesario reponer energía tras un ejercicio intenso.

– También son ricas en otros minerales, como el fósforo (para los dientes y huesos), el hierro (para el sistema inmunológico) o el zinc (para el sistema nervioso).

– Entre sus vitaminas destacan la E que, junto con la melatonina y los polifenoles, tiene poder antioxidante, contribuyendo a retrasar el envejecimiento.

Recientes estudios advierten que las nueces pueden reducir las probabilidades de sufrir cáncer de colon. Como para no incluirlas en tu dieta…

Curiosidades sobre el pesto

El pesto es una salsa típica italiana, en concreto, genovesa; siendo el pesto genovés, hecho con albahaca, ajo, piñones, parmesano o grana padano y queso pecorino, aceite y unos granos de sal marina, el auténtico y genuino. De hecho, la palabra ‘pesto’ viene del genovés pestare, que significa machar o moler en un mortero.

Se cree que tiene su origen en la época romana, ya que Virgilio describe una salsa muy parecida obtenida con queso, ajo y hierbas en uno de los poemas que escribió allá por el año 30 a.C.

A lo largo de la historia, la receta original ha ido variando tanto en la propia Italia, donde se le añade uno u otro ingrediente según la región, como en el resto del mundo. Y es que el pesto es popular en los cinco continentes gracias a que se convirtió en una salsa muy utilizada en los barcos mercantes o de pasajeros que zarpaban del puerto de Génova hacia los destinos más variados.

Su popularidad y arraigo es tal, que en Génova es tan o más famosa que cualquier monumento. Tanto es así, que cuenta con su propio consorcio regional, un pack turístico y hasta un campeonato mundial.