Arroz con butifarra: receta tradicional

tiempo de cocinado 5-50 min
dificultad Fácil
numero de comensales 4 personas
tiempo total 55 min
numero de comensales Tradicional
coste estimado 10 €
Calorías por ración: 429 kcal

¿Has oído hablar del arroz con butifarra? Esta joya de la gastronomía combina ingredientes rústicos con la sofisticación del buen comer, creando un plato exquisito. En Arroz Brillante creemos en la importancia de platos que además de deliciosos sean fáciles y rápidos de preparar, ajustándose a tu ritmo de vida. Hoy, te llevamos al corazón de las montañas, donde el sabor y la tradición se unen.

La receta de arroz con butifarra es una celebración de sabores y texturas. Además, esta versión está diseñada para aquellos que buscan soluciones prácticas de la máxima calidad. Este plato es un claro ejemplo de nuestra promesa de ofrecer comidas saludables y sabrosas que puedes preparar con el mínimo esfuerzo. ¡Vamos a cocinar!

Elaboración

  • Preparación de la carne: un inicio muy sabroso

  • Comenzamos dorando las costillas de cerdo y la butifarra en una cazuela con un poco de aceite de oliva. Este proceso intensifica los sabores y aporta una base perfecta para nuestro arroz con butifarra. Es crucial cocinar las carnes a fuego medio-alto hasta que estén bien doradas, asegurándonos de que todas las piezas queden selladas, para retener los sabores jugosos. Una vez doradas, las retiramos y reservamos.

    Preparación de la carne: un inicio sabroso

  • El arte del sofrito: el corazón de la receta

  • El sofrito, con su mezcla vibrante de ajo, cebolla y pimientos, se convierte en el corazón de nuestro arroz con butifarra. En el mismo aceite utilizado para las carnes, añadimos estos vegetales picados finitos, cocinándolos hasta que estén tiernos y desprendan todo su aroma. Este paso aporta color, sabor y también establece una base sólida para que este plato desarrolle su carácter único.

    Una vez que esté listo el sofrito, reincorporamos las carnes junto con un chorrito de brandy, dejamos cocinar a fuego lento hasta que el alcohol se haya evaporado completamente. Este proceso enriquece el plato, agregando una capa adicional de sabores. Después, añadimos agua caliente y esperamos a que hierva para añadir la sal, el azafrán, el romero y el laurel.

    El arte del sofrito: corazón de la receta

  • La fusión final con el arroz

  • Cuando el caldo esté en completa ebullición, es el momento de añadir el arroz, distribuyéndolo uniformemente para que absorba todos los jugos y esencias. Cocinar el arroz a fuego medio y bajo es clave para alcanzar la textura ideal: ni muy seco ni demasiado húmedo, sino perfectamente cocido y lleno de sabor.

    La fusión final: arroz

  • El toque tradicional que mejorará el resultado

  • En un mortero, combinamos almendras laminadas, perejil fresco y un poco de ajo, machacándolos hasta obtener una pasta. La incorporamos al guiso justo después de añadir el arroz, asegurando que los sabores se integren perfectamente y que cada bocado sea una experiencia sensorial completa.

    Machacando sabores: un toque tradicional

  • Llegamos al final: ¡un plato delicioso!

  • Justo antes de servir, deja reposar el arroz unos minutos. Esta sencilla acción hará que los sabores se asienten y el arroz adquiera la textura deseada. Pasado el tiempo de reposo, ya puedes disfrutar de este delicioso plato que hará que todos tus comensales conozcan en su paladar la historia y la tradición culinaria tan rica que representa el arroz con butifarra.

    Llegando al final: un plato delicioso

Conclusión

El arroz con butifarra es más que una receta, es una tradición culinaria que habla del amor por los ingredientes simples y de calidad. En arroz Brillante, nos encanta ofrecer productos que hacen justicia a este legado, brindando la base perfecta para que este plato destaque en cualquier mesa.

Con estos trucos y consejos, te invitamos a explorar la riqueza del arroz con butifarra, descubriendo un mundo de sabores que reflejan la autenticidad de nuestra tierra y nuestra cultura. Y recuerda, con Arroz Brillante, siempre es más fácil de lo que piensas. ¡A cocinar!