Risotto de champiñones y pavo

tiempo de cocinado 30 min
numero de comensales 2 personas
tiempo total 00:30:00 min
Calorías por 100g: 500 kcal

Elaboración

  • ingredientes para Risotto de champiñones y pavo

  • Si has comprado la pechuga de pavo entera, comenzaremos limpiándola y quitándole las posibles impurezas que tenga para trocearla en tacos. Hacemos lo mismo con los champiñones: los limpiamos y los cortamos en láminas para prepararlos para el cocinado. En una sartén ponemos un poco de aceite a calentar y después vertemos los tacos de pavo para rehogarlos. Incorporamos también a la sartén los champiñones para que se vayan haciendo. Una vez que estos dos ingredientes estén doraditos, añadimos el arroz crudo a la sartén. Removemos todos los ingredientes para que el arroz rehogue un poco con ellos. 

    rehogamos los champiñones y el pavoincorporamos el arroz

  • Justo después llega el momento de poner la nata en el cocinado. La nata nos aportará la cremosidad necesaria para nuestro risotto con champiñones y pavo. La dejaremos hervir un par de minutos y, por último añadimos el caldo. Puedes optar por caldo de ave ya preparado o usar uno casero que hagas tú misma, por ejemplo, con sobras de otro plato, o incluso diluyendo media pastilla de caldo concentrado en medio litro de agua. Todas las opciones son válidas dependiendo del tiempo del que dispongas en la cocina. La incorporación del caldo al risotto debe hacerse de forma gradual y siempre con el caldo caliente para evitar interrumpir el proceso de cocción del arroz. Dejamos cocer todo durante aproximadamente unos 20 minutos, bajando a fuego medio para que reduzca bien. Al tratarse de un risotto no importa que remuevas la mezcla, ya que lo importante es que quede cremoso y no seco.

    añadimos la nataañadimos el queso

  • Una vez que hayan pasado los 20 minutos, retiramos del fuego y, todavía caliente, incorporamos el queso y removemos bien. Lo dejamos reposar unos 5 minutos y ya lo tenemos listo para comer. ¡Súper cremoso y delicioso!

Trucos para un risotto perfecto

Aunque parezca una receta muy complicada, solo tendrás que tener en cuenta una serie de trucos para manejar a la perfección esta deliciosa receta proveniente de la cocina italiana tradicional. Un plato que conquistará desde los más pequeños a los más adultos por su sabor y espectacular textura. ¡Toma nota y empieza a disfrutar de la cocina con Arroz Brillante Sabroz! Gracias a esta variedad de arroz exclusivo absorberá todo el sabor de los ingredientes que utilices.

En primer lugar, no olvides añadir el caldo al arroz de manera gradual, es muy importante que lo hagas poco a poco para que se vaya absorbiendo adecuadamente. Además, el caldo deberá estar caliente para no cortar el proceso del risotto, y que vaya a la par que la cocción del arroz. ¡Ojo con remover! Para extraer el almidón que suelta el arroz y conseguir la cremosidad perfecta para nuestro plato, debemos remover de vez en cuando. Sin embargo, no debes pasarte removiendo el arroz, para ello te recomendamos que lo hagas cada dos minutos y siempre con una cuchara de madera. ¡Ya lo tienes controlado!

Nuevas ideas para tus platos

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Cocina con champiñones

El champiñón es una de las especies de hongos comestibles más utilizadas en la cocina. Su cultivo es original de Europa y América del Norte. Concretamente su cultivo extensivo comenzó en Francia, allá por el año 1650, aunque actualmente este país es el cuarto productor más grande a nivel mundial, siendo China el país que más champiñones cultiva y exporta.

Teniendo esto en cuenta, en España su cultivo controlado fue bastante tardío, ya que no sería hasta 1952 cuando se inició. En la actualidad, España cultiva anualmente unas 85.000 toneladas de champiñones, aproximadamente. La variedad más cultivada de champiñón es blanca en su totalidad y es originaria de Pensilvania, donde un granjero dio con ella por mero azar en una mutación. Esta variedad es la que se utiliza comúnmente para las conservas.

Según su punto de maduración, encontramos otras dos variedades que reciben el nombre de portobello (los que son más grandes y están más desarrollados) o crimini para los champiñones que aún son jóvenes. Estas dos variedades tienen un sombrero más ancho y que tira más a plano y cuyo consumo se centra más en el consumo inmediato. Es decir, estas dos variedades son las que solemos comprar en bandejas en las fruterías.

La mejor forma de conservar estos champiñones frescos en la nevera es dentro de una bolsa de papel para evitar que pierdan oxígeno. Esta es la principal causa de aceleramiento del mal estado de los champiñones, ya que solemos conservarlos o en la propia bandeja o en bolsas de plástico. Tampoco los laves con agua antes de guardarlos, sino justo antes de que vayas a cocinarlos.

El champiñón común que utilizamos en la cocina tiene un sabor delicado y bastante neutro, por lo que es ideal para servirlo de acompañamiento o bien especiado. Su contenido en fibra es bastante elevado, además de contener vitaminas como la B6, la C y la D y otros minerales como potasio.

Entre sus beneficios para la salud se encuentra el hecho de que son bastante bajos en calorías, así como una fuente rica de cobre. Contiene una cantidad importante de niacina, uno de los elementos más importantes a la hora de transformar los elementos que contienen carbohidratos en energía para nuestro cuerpo. Además, contiene una parte bastante elevada de agua, aproximadamente el 88% de su composición.

Su ingesta es beneficiosa para el tránsito intestinal y lo relacionado con el estómago, así como opera para detener diarreas y vómitos. También tiene su parte de acción a la hora de eliminar flemas y está indicado en el tratamiento de las inflaciones abdominales. Incluso se considera un buen alimento para ser tratado como antidepresivo y como anticancerígeno.

Los champiñones pueden ser un alimento que combina muy bien distintos platos, ya sea como guarnición como en el caso de la receta que te proponemos, o como protagonista del plato en, por ejemplo, los champiñones al ajillo. También es un buen sustituto de la carne en recetas variadas, como pizzas o pastas.