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Pera Ercolina, la variedad más adecuada para este risotto
Para preparar este risotto con pera y gorgonzola hemos elegido la variedad de pera Ercolina. Se trata de un tipo de pera cuyo origen se remonta a Italia y de la que ya se tiene conocimiento desde el siglo XVI, aunque actualmente su principal zona de producción es el sur de Francia. También se pueden encontrar cultivos de esta variedad en distintas regiones españolas, como Aragón, La Rioja, Murcia, Extremadura o Castilla y León. De hecho, en España esta pera Ercolina cuenta con su propia Denominación de Origen, siendo esta la Pera de Jumilla.
Distinguirla es muy fácil por su forma, que se denomina periforme cónica. También la podrás identificar por su color, que mezcla el verde y el amarillo y, en las zonas donde más sol recibe, un tono rojizo.
Se trata de una variedad con la piel muy fina, lo que la hace ideal para incluirla en este tipo de recetas. Además, es muy jugosa, tiene un sabor dulce y es especialmente aromática. Debido a estas características, probablemente conozcas esta fruta por su nombre más común: pera de agua.
El queso gorgonzola, perfecto para este plato de origen italiano
Si eres amante del queso, probablemente hayas probado muchas variedades. El gorgonzola es un queso de origen italiano, más concretamente de la región de Milán, y se caracteriza por sus vetas azules y verdes. Se trata, además, de un queso con historia, puesto que sus apariciones se datan a finales del siglo IX.
En aquellos inicios, este queso se denominaba “stracchino” y sería posteriormente cuando tomaría el nombre por el que lo conocemos hoy en día. Esta nueva nomenclatura procede, probablemente, del pueblo de Gorgonzola, donde este queso se hizo muy popular como remedio para no echar a perder la leche de las vacas.
Existen dos variedades de queso gorgonzola: la dulce y la picante. La versión dulce es suave y cremosa, lo que la hace perfecta para comerla con pan, añadida a la pasta, la pizza o incluso a las ensaladas. Sin embargo, que su nombre no te engañe, porque tiene un cierto regusto picante. Por otro lado, la versión picante tiene un sabor más fuerte, puesto que el tiempo de maduración empleado es mayor. En este caso, puedes crear un contraste de sabores uniéndolo, por ejemplo, a un chorrito de miel. Ambas variedades son perfectas para nuestra receta de risotto. Solo tienes que elegir la que más te guste e incluirla en la receta.
Un vino para maridar el risotto de pera y gorgonzola
Nuestra receta de risotto de pera y gorgonzola es toda una explosión de sabor, así que debes elegir bien el vino con el que maridarlo para que tu comida o cena sea un auténtico éxito. Debido al carácter fuerte del queso, así como al origen italiano del mismo, te recomendamos la elección de un vino que tenga el mismo origen geográfico.
Para el gorgonzola picante viene bien un vino tinto, mejor un poco envejecido, como un Moscato o un Marsala. En cambio, si te has decantado por utilizar gorgonzola dulce, lo ideal es un vino más suave, independientemente de que sea blanco o tinto. Un Merlot puede resultar genial, pero también un Pinot Blanco o un Malvasía seca.
Y si eres más de cerveza, también tienes algunas opciones. Para el gorgonzola dulce va estupenda una rubia doble de malta, mientras que para el picante es mejor otro tipo de sabores, como puede ser las que se acerquen a las cervezas de abadía o trapense.
Sea cual sea tu elección, seguro que tus comensales quedarán encantados con este plato de risotto de peras y gorgonzola y buen vino o cerveza para acompañar la velada perfecta.