Paella con langosta: receta de cocina

Sellar las langostas

Comienza calentando un poco de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Añade las langostas y séllalas hasta que estén ligeramente doradas por ambos lados. Esto no solo mejora el sabor, sino que también ayuda a retener los jugos de la langosta, manteniéndola tierna y jugosa. Una vez selladas, retíralas de la sartén y resérvalas.

Cocinar los mejillones y las almejas

En una olla aparte, coloca los mejillones y las almejas con un poco de agua. Cocínalos a fuego medio hasta que se abran, lo que indica que están cocidos. Descarta aquellos que no se abran. Una vez cocidos, resérvalos junto con el líquido de cocción que hayan liberado, ya que este caldo aportará sabor a la paella.

Hacer el sofrito

En la misma sartén donde sellaste las langostas, añade la cebolla, los dientes de ajo picados y el pimiento rojo picado. Cocina a fuego medio hasta que la cebolla esté pochada y transparente. Este sofrito será la base aromática de la paella.

Añade el tomate rallado al sofrito y cocina durante unos minutos más, hasta que el tomate pierda su acidez y se integre bien con el resto de los ingredientes.

Agregar el arroz y el caldo

Incorpora el arroz a la sartén, mezclándolo bien con el sofrito. Añade el caldo de marisco y el azafrán, distribuyéndolos uniformemente. El azafrán aportará un color dorado característico y un sabor sutil.

Cocina el arroz a fuego medio-bajo, removiendo ocasionalmente. Cuando el arroz esté casi hecho, coloca las langostas previamente selladas, los guisantes y los mejillones y almejas cocidos sobre el arroz. Deja que el conjunto termine de cocinarse, permitiendo que los sabores se fusionen.

Reposar

Una vez que el arroz esté cocido y los mariscos bien calientes, retira la sartén del fuego y deja reposar la paella durante unos minutos. Esto permite que los sabores se asienten y que el arroz absorba cualquier líquido restante. Justo antes de servir, decora con perejil picado para añadir frescura y color al plato.