Arroz con chuletillas de cordero y verdura

tiempo de cocinado 25 min
numero de comensales 4 personas
tiempo total 00:30:00 min
Calorías por 100g: 360 kcal

Elaboración

  • Ingredientes para Arroz con chuletillas de cordero y verdura

  • Ponemos en una sartén grande o paellera unas 2 cucharadas de aceite de oliva y cuando esté muy caliente se doran las chuletillas de cordero y apartar.
    dorar las chuletillas de cordero

  • En el mismo aceite de las chuletillas, agregar un poco más si es necesario, echar la cebolla bien picada y el ajo rallado y dejarla pochar unos 5 minutos.

  • Una vez pochada la cebolla, las tiras de pimiento y el ajo, agregar el tomate y la zanahoria rallada y dejarla pochar 5 minutos más y luego incorporamos media cucharadita de pimentón dulce y la ramita de romero y mezclar todo muy bien.
    agregar el tomate

  • Ahora incorporamos el arroz Sabroz, aproximadamente 6 puñaditos para cuatro personas, lo mezclamos bien todo nuevamente y dejamos dorar un poco el arroz un par de minutos antes de echar el caldo.
    añadir el arroz

  • Una aclaración: El caldo puede ser tanto casero como de brick aunque sabe mejor casero. Para hacerlo puedes aprovechar la piel del tomate y lo que no se usa de él y de la zanahoria, se pocha en un poco de aceite de oliva y se le agrega un cacito de caldo para darle más sabor y para no echar más sal después. Se hierve en dos tazones y medio de agua, durante un par de minutos y luego simplemente lo cuelas para echárselo al arroz. añadir el caldo

  • Cubrir el arroz Sabroz con el caldo ya coladito, los guisantes naturales o congelados (en mi caso congelados), una cucharadita de colorante, las chuletillas que teníamos reservadas y el perejil picado.

    añadir perejil picado

  • Dejamos cocer el arroz unos 18-20 minutos, lo retiramos y lo dejamos reposar 5 minutos.

  • A servir y disfrutar todo el mundo!!!

Receta sencilla, resultado profesional

Esta es una receta tan deliciosa como sabrosa. Siguiendo estos sencillos pasos obtendrás un resultado muy profesional con el que sorprenderás a todos tus comensales. La carne de las chuletillas de cordero aportará un toque muy especial a tu plato, pareja perfecta junto para la base saciante de arroz, pues el Arroz Brillante Sabroz es una variedad exclusiva que absorbe todo el sabor de los ingredientes que el eches. Quedará un resultado espectacular que te hará disfrutar de la cocina y te hará sentir como un auténtico chef.

Aunque estos ingredientes son fáciles de conseguir, recuerda que siempre puedes adaptar la receta a tus gustos y necesidades. Si no cuentas con chuletillas de cordero o prefieres otro tipo de carne, puedes utilizar chuletas de cerdo. De este modo, también puedes aprovechar las verduras que tengas en tu despensa o que te hayan sobrado de una comida anterior. Y si todavía estás buscando más inspiración para innovar en tu dieta semanal, quédate a ver esta receta de Arroz Caldoso de Marisco, perfecta para ocasiones especiales. ¡Disfruta con Brillante!

  1. Beneficios de las chuletillas de cordero 

La carne de cordero, aunque no es una de las más utilizadas comúnmente en las casas, sí que es una de las carnes que más beneficios y propiedades tiene. Por ello, incorporar a esta receta de arroz las chuletillas de cordero y las verduras, convierte nuestro preparado en un plato muy completo y sabroso a la par que nutritivo. Pero, ¿cuáles son los beneficios de la carne de cordero? Te lo contamos a continuación.  

Se trata de una carne cuyas proteínas se consideran de muy buena calidad, puesto que cuentan con prácticamente todos los aminoácidos que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Por otra parte, la carne de cordero tiene un contenido bastante elevado de dos vitaminas esenciales para nuestro sistema nervioso y nuestro sistema inmunológico: la B6 y la B12. También cuenta con vitamina B2, que trabaja para que produzcamos glóbulos rojos y nuestras defensas mejoren. Su contenido en vitamina B3 también puede ser clave a la hora de prevenir enfermedades como el Alzheimer.  

Por otra parte, esta carne de cordero también es rica en hierro y zinc, lo que hace que tenga un efecto antioxidante, y en fósforo, que es un mineral que actúa en nuestro organismo para activar los músculos y favorecer también al sistema nervioso.  

Como hemos apuntado antes, al tratarse de una carne con un alto contenido en hierro, su consumo está especialmente indicado para personas que sufren algún tipo de anemia, como una manera natural de obtener este mineral necesario para el cuerpo. El hierro puede obtenerse también a través del consumo de otros alimentos como las lentejas o los mejillones.    

Otras recetas con cordero 

La carne de cordero es muy típica de las cocinas mediterráneas, entre las que se incluye la española. Pero, sobre todo, es muy común encontrar platos con una base de carne de cordero en toda la zona del Magreb, donde es muy común el tajín de cordero.  

También suele encontrarse en la cocina India, y en algunas zonas de China. En Uruguay y en la Patagonia argentina, la carne de cordero constituye guisos de los más tradicionales.  

En el caso de la receta que os proponemos hoy, hemos optado por la carne de cordero en formato de chuletas, pero puedes también hacerlo con otras partes de la carne de este animal, cortada en trozos más o menos regulares y pequeños que se entremezclen con el resto de los ingredientes de la forma más homogénea posible.  

Además, en nuestra receta no lo incluimos, pero si quieres, antes de que el caldo entre en juego en la receta, puedes añadir un vasito de vino blanco a la cocción para darle un toque diferente y especialmente sabroso al acabado de tu plato.  

El romero, una joya mediterránea

El romero es una especia que se ha consumido en la cuenca mediterránea desde hace siglos, debido a sus beneficiosas propiedades y el sabor que da a los platos.

Es una hierba excelente para dar un aroma cálido a los guisos y asados invernales. Es, sin duda, perfecto para acompañar a cualquier carne, y da un sabor excelente al cordero.

Se trata de una planta que crece silvestre en los montes, sobre todo en suelos secos y arenosos, de zonas secas, por lo que es tan común en la cuenca mediterránea. Sin embargo, también se adapta con facilidad a otros suelos.