Trucos para ensartar las brochetas
Si piensas que ensartar una brocheta no tiene ninguna dificultad es porque, una de dos: eres más de comértelas que de prepararlas o ya conoces los trucos que vamos a revelarte a continuación. ¿A que estamos en lo cierto? Sea como sea, toma nota:
– Si los palillos o brochetas son de madera, déjalos unos 20 minutos en remojo antes de usarlos. De esta forma, no se quemarán cuando vayas a asarlos (ya sea a la plancha, al fuego o a la brasa).
– Si los palillos o brochetas son de hierro, engrásalos con aceite para que la carne, el pescado o las verduras no se queden adheridas durante el cocinado.
– Si lo que vas a ensartar en la brocheta son frutas o alimentos crudos, obviamente no necesitarás tener en cuenta ninguno de los consejos anteriores.
– Para que no se te resbalen durante el ensartado, te recomendamos que utilices media cebolla, media manzana, media patata o cualquier otro ingrediente de textura parecida que puedas colocar en la tabla boca abajo de forma que, cada vez que vayas a ensartar un ingrediente, claves ahí el palillo o la brocheta. Así evitarás pinchazos y resbalones.
¿Cómo incluir la chía en el menú?
Seguro que ya ha llegado a tus oídos lo beneficiosa que es la chía para el organismo, la cantidad de omega 3, proteínas, hierro, calcio y demás propiedades que tiene, pero… ¿Sabes cómo incluirla en tus comidas?
Al tratarse de una semilla procedente de América que hace relativamente poco que llegó a nuestras cocinas, todavía no es muy habitual en nuestra mesa. Por eso es normal que te preguntes si tienes que hervirla, asarla, si la puedes comer cruda, si añadirlas a ensaladas, a postres…
Pues bien, todas las opciones anteriores son correctas; la chía se puede comer cruda, cocida e incluso como harina.
Para ponértelo lo más fácil posible, aquí tienes algunas ideas de platos, menús o postres donde incluirla:
– Pudin de chía. Rellena un recipiente que tenga tapadera de leche de coco, de soja, de almendra o de arroz y añade chía. Tápalo y déjalo enfriar durante la noche en la nevera. Al día siguiente estará listo para comer. Eso sí, añádele fruta o cereales para aportarle más sabor.
– Batido de chía. Hidrata una cucharada de chía con agua y, pasados unos minutos, añádela a tu smoothie de fruta.
– Yogur con chía. Basta con que añadas una cucharada de semillas de chía a tu yogur favorito. No es necesario que la hidrates o hiervas antes.
– Repostería con chía. Puedes incluirlas en la elaboración de galletas de trigo, galletas de avena, magdalenas, bizcochos, etc.
– Ensaladas con chía. Da un toque saludable a tus ensaladas espolvoreando una cucharadita de chía sobre ellas.
Una vez que comiences a incluirla en tus menús, verás como las posibilidades son prácticamente infinitas.