Esta paella de pulpo será una de las comidas estrella en tus quedadas veraniegas con amigos y familiares. Si quieres sorprender a todos tus comensales con un buen arroz, no te pierdas esta receta que dejará a todos con la boca abierta. Coge el delantal y ¡manos a los fogones!
El primer paso, y fundamental, para que nuestro plato salga a pedir de boca, es reunir todos los ingredientes que vamos a utilizar. Puede que parezca un paso que puedes saltarte, pero en este tipo de elaboraciones es muy importante que tengamos a mano todo lo necesario antes de empezar para que el resto de los pasos vayan rodados.
Comenzaremos marcando las patas de pulpo en la paella que utilizaremos durante toda la elaboración. Para ello, previamente pon un poco de aceite oliva virgen extra sobre la paellera y, cuando esté caliente, dóralas bien. Una vez que estén doradas, resérvalas para un poco más adelante.
En la misma paella vamos a añadir la pulpa de ñora, el pimentón y el tomate triturado. Puedes utilizar tomate triturado de bote si no tienes mucho tempo, pero si quieres ponerle mucho mimo a esta paella, te recomiendo que hagas tu propio tomate triturado en casa y lo envases para estos momentos. Créeme, la diferencia se nota.
Mientras preparamos nuestro sofrito vamos a poner a hervir el caldo en una cazuela para que esté caliente al momento de incorporarlo a los demás ingredientes. Es muy importante que cuando vayamos a mezclar el caldo con el arroz y el sofrito, este esté caliente. De lo contrario, romperemos el proceso de cocción del arroz y demás ingredientes que ya están en la cazuela.
Ahora que ya tenemos nuestro sofrito viento en popa, vamos a dejar que reduzca un poquito. Y llega el momento de añadir el ingrediente estrella: el arroz Sabroz. Déjalo un minutito sobre el sofrito hasta que nacare, es decir, hasta que coja un colorcillo que tira al transparente. Una vez que el arroz ya haya tomado ese color que buscamos, incorporamos el caldo caliente.
Añade las patas de pulpo que habíamos reservado y deja que todo cueza durante unos 18 minutos a potencia media. Una vez transcurrido este tiempo, deja reposar con el fuego apagado 3 minutos más y ¡listo para degustar!