1 - Preparando los ingredientes para que todo fluya
Primero, nos volcamos con la preparación. ¡Pasa lista a cada ingrediente y déjalo todo preparado previamente! A partir de ahí, pica finamente la media cebolla roja para integrarla bien en el sofrito. Luego corta el jamón serrano en dados pequeños, así repartimos su sabor en cada bocado. A continuación, lamina las setas shiitake y pica una hoja de col en trozos pequeños. Todo esto lo apartamos.
Ahora bien, lava a conciencia las hojas de col enteras que usaremos para el relleno; ¡serán nuestras sabanitas de sabor! Aparte, mide la cantidad adecuada de arroz Sabroz, que más tarde coceremos como manda la tradición; el arroz es el rey de este baile.

2 - Cocinando el arroz Sabroz para que quede genial
¡Hora de darle vida al arroz! Lleva a ebullición una olla con agua y una pizca de sal. Mientras el agua se alborota, añade el arroz Sabroz, porque, créeme, aguanta lo que le eches y se empapa de sabores como pocos. ¡Qué delicia! Entonces, espera esos 18-20 minutos.
Cuando ya esté tierno, escúrrelo y ponlo a descansar un poco. Es el momento de planear el siguiente jugoso paso: la col rellena de arroz te está esperando. ¿Te animas a seguir esta aventura cocinera? Preparar col rellena con arroz nunca fue tan fácil.

3 - Elaborando un sofrito que hará vibrar tu paladar
¡Seguimos! En una sartén grande, echa un poco de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego medio. Cuando esté listo, añade la cebolla roja picada, las setas shiitake laminadas y los dados de jamón serrano. Remueve ocasionalmente y observa cómo se doran, liberando sus aromas irresistibles.
Incorpora ahora la hoja de col picada al sofrito y cocina por un par de minutos más. Este toque extra realza el sabor del relleno. Cuando todo esté bien mezclado, retira del fuego y reserva. ¡Ya verás cómo te lo agradecerás a ti mismo al final!

4 - Preparando las hojas de col con cariño
Vamos a darle un buen baño a esas hojas de col. Sumérgelas en agua hirviendo por unos 5 minutos, justo el tiempo para que se vuelvan suaves y manejables. Así podemos hacer nuestro trabajo de artista culinario sin romperlas. Cuando las tengas listas, sácalas con cuidado y déjalas enfriar un poco.
Ahora viene la parte delicada: retira con cariño el nervio central de cada hoja. Esto les dará más flexibilidad, y te hará la vida más fácil a la hora de enrollarlas. ¡Quién diría que preparar col rellena de arroz podía ser un arte tan preciso y divertido!

5 - Mezclando el relleno para unos rollitos sabrosos
¿Listo para dar ese toque mágico a tu col rellena con arroz? En un bol grande, combina el arroz Sabroz cocido, que ya debería estar tibio para que no se vuelva pastoso, con el sofrito de cebolla, jamón serrano, setas shiitake y col picada.
Ahora a mezclar con cariño. Usa una espátula o cuchara grande, para asegurarte de que cada granito de arroz absorba los jugos del sofrito. Sazonar al gusto es clave aquí. Añade sal, pimienta y orégano, e incluso un chorrito de aceite de oliva virgen extra. ¿Se te ocurre algo más delicioso? ¡Seguro que no!

6 - Rellenando las hojas de col con nuestra mezcla
Coloca una porción generosa de la mezcla de arroz y sofrito justo en el centro de cada hoja de col cocida. El truco está en no excederse para facilitar el cierre de las hojas, pero asegurarse de que cada bocado esté lleno de sabor.
Dobla primero los bordes laterales de la hoja hacia el centro, como abrazando el relleno, y luego enrolla desde un extremo. Asegura el rollo con confianza, y si las hojas son grandes, córtalas por la mitad y usa palillos para que no se desarmen.

7 - Presentando la col rellena de arroz de forma irresistible
¡Se te van a poner los bellos de punta! Para presentar la col rellena con arroz, coloca cuidadosamente los rollitos en un plato o fuente, alineándolos con mimo. Aquí el truco está en exhibir su lado más doradito, si es que los pasaste por la sartén. Dale un toque final con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ya verás cómo brillan.
¿Te apetece añadirles algo más? Hazte amigo de una salsa ligera de tomate que realce los sabores. Incluso una fresquita salsa de yogur les da un giro interesante. Con una pizca de orégano fresco o escamas de sal marina, realzas cada bocado. Sirve caliente y, si queda, guarda en la nevera para mañana.¡Más fácil que ponerse el delantal!¡Está buenísimo!
