Arroz con pata alicantino

1 - Pon en orden tus ingredientes para el arroz con pata

Antes de sumergirte en esta deliciosa aventura del arroz con pata, asegúrate de tener todos los ingredientes listos y bien cerca. Limpia la pata de ternera y córtala en trozos cómodos de manejar. Si necesitas orientación sobre cómo manejar este tipo de carne, consulta nuestra guía de cortes de la carne de vacuno.

¡Vamos con los vegetales! Corta la cebolla en brunoise y pica los ajos bien finitos. Ten a mano el tomate triturado, y recuerda que infundir el azafrán en caldo caliente potenciará su aroma. Finalmente, no olvides el arroz Sabroz, el aceite de oliva y, por supuesto, los garbanzos cocidos, para lograr ese sabor único en tu arroz con pata.

2 - Cocina la pata de ternera y disfruta del caldo

Vamos a darle el toque perfecto al plato: coloca los trozos de pata de ternera deshuesada en una olla grande, junto a una hoja de laurel y un pellizco de sal. Cocínalos a fuego medio durante alrededor de una hora y media. ¡Durante ese tiempo, déjalos desprender su gelatina mágica para enriquecer nuestro caldo!

Una vez que hayas terminado, quita la pata de la olla. Asegúrate de reservar el caldo, pues se convertirá en la base de nuestro arroz con pata espectacular. Guarda la carne por separado para cuando llegue su tiempo de brillar en esta receta.

3 - Prepara un sofrito que despierte tus sentidos

¡I love sofrito! ¡Vamos a por la magia! Imagina el aroma del ajo bailando en el aceite de oliva. Es allí donde comenzamos nuestra aventura en la cocina. Añade esos ajos picados y deja que liberen su encanto por un par de minutos. ¿A quién no le gusta ese «olor a domingo» al cocinar este tradicional arroz con pata?

Luego, es el turno de la cebolla de unirse a la fiesta aromática. Remueve durante unos 5-7 minutos hasta que se vuelva dorada y tierna. Ahora, añade el chorizo y la morcilla. Déjalos hacer su magia durante unos 3-4 minutos, liberando todo su sabor en este festín.

4 - Incorpora la pata y ese caldo delicioso

Una vez que el sofrito esté listo, es hora de darle vida al arroz con pata. Añade el caldo caliente de la pata al caldo de carne y viértelo todo sobre el sofrito. ¿La clave? Asegúrate de que cubra bien los ingredientes, creando una base jugosa. Ahora, corta la pata cocida en trozos medianos e incorpóralos junto a los garbanzos en la cazuela. Este paso le da al plato su irresistible textura.

Infusiona el azafrán en un poco de caldo caliente y añádelo para dar ese toque dorado que marca la diferencia. Lleva todo a ebullición a fuego medio y ajusta el punto de sal si ves que le falta sabor. ¡La magia del arroz con pata está a un paso de hacerse realidad!

5 - Añade el arroz y consigue una textura melosa

Es hora de agregar el arroz Sabroz a la cazuela. Remuévelo con cariño, como si estuvieras narrando un capítulo de domingo familiar en cada vuelta. Así conseguirás una distribución uniforme. Luego, cocina el arroz a fuego medio durante 15 minutos, asegurándote de que tenga esa textura melosa que hace de este plato un verdadero arroz con pata.

Puede que necesite un poco más de caldo caliente. ¿Quién no ha añadido líquido extra al arroz alguna vez? No te preocupes: ajusta según tus instintos. Esto ayudará a evitar que el arroz se seque y se conserve jugoso. Con cada cucharón de caldo, piensa en aquellos momentos de cocina en casa, donde cada sorbo cuenta una historia.

6 - Deja reposar y a disfrutar del arroz con pata

Cuando el arroz está en su punto, es hora de hacer una pausa. Retira la cazuela del fuego y deja que descanse unos 3-4 minutos. Ese momento de espera es clave para que los sabores se abracen y logren esa textura perfecta que confirma que has cocinado un plato de arroz con pata digno de recordar.

Finalmente, sirve tu creación con orgullo. Emplata el arroz con pata en platos hondos, dale el toque final con perejil picado y no olvides el buen pan al lado. Con cada bocado, te transportarás a esa mesa llena de tradición y sabor donde los domingos sabían a familia.

¡Foto y a compartir que se enfría! ¡ Y eso sí, deja el móvil en el cajón y disfruta cada bocado sin pensar en otra cosa!