¡Enhorabuena, maestro del caldero!
Has llegado al final de esta deliciosa travesía culinaria. Ahora puedes saborear un plato que, sin duda alguna, hará que más de uno levante la mano para repetir. Este no es solo un arroz, es una experiencia; desde las inconfundibles notas de la ñora hasta ese alioli cremoso que resalta cada bocado. Como quien dice, el arroz caldero es todo un viaje a esas cocinas de antaño que nos evocan los domingos en familia. Y no te preocupes si alguna capa de arroz se ha quedado un poquito más dorada, ¡eso es puro carácter! Recuerda que la cocina es como esa amiga que te deja experimentar, donde un toque de más o de menos puede ser el inicio de una nueva tradición en tu mesa.
Si te has quedado con ganas de más, te recomiendo probar mi arroz con azafrán que es una maravilla de color y sabor, el arroz con nécoras que no dejará indiferente a ningún amante del marisco, o el arroz con vieiras y salsa de azafrán que es un plato digno de cualquier celebración. ¡Buen provecho!
