Una paella casera que no se olvida
Esta receta es de las que se quedan contigo. Porque está pensada para que disfrutes cocinándola, para que improvises con lo que tengas en la nevera, y para que te tomes tu tiempo. Puedes hacerla solo con verduras o convertirla en una paella de verduras y pollo si tienes invitados más “carnívoros”.
Lo importante es que te animes a probarla, a fallar y repetir. Porque cuando te sale bien, te sientes un poco chef y mucho en casa. Y si quieres seguir probando nuevas versiones, no te pierdas esta paella de pescado, sabrosa y con ese toque marino que siempre apetece.
