Arroz chaufa delicioso al estilo peruano

1 - Reúne todos los ingredientes y prepáralos bien

¡Empezamos! Imagínate un chef en tu cocina mientras preparas este delicioso arroz chaufa. Primero, asegúrate de tener todo listo: corta la pechuga de pollo en dados medianos y pica el pimiento rojo en brunoise junto con el puerro, el ajo y un toque de jengibre fresco rallado. No olvides poner a la vista los guisantes, zanahoria picada y salsa de soja.

En un wok bien calentito, añade un chorro de aceite y deja que se caliente. Mientras tanto, bate un huevo y al aceite caliente para un revuelto rápido. Remuévelo hasta que cuaje, retíralo del wok y resérvalo un momento. Este sencillo paso es clave para darle a tu arroz chaufa su textura distintiva.

2 - Sofríe las verduras, el pollo y el jengibre con cariño

Cuando tengas las verduras picadas en la sartén, escúchales cantar un poco al calor. Verás que, en unos minutos, estarán listas. El momento perfecto es cuando aún mantienen un puntito crujiente, como ese «sorpresa» al morder. Ahora, agrega el pollo y el jengibre. Remueve como si bailaras una canción divertida y cocina hasta que el pollo esté doradito y cocido. Este es el secreto que potencia el sabor del auténtico arroz chaufa, combinando un gusto ahumado y profundo.

3 - Añade el arroz, la salsa de soja y lo demás

Cuando el pollo esté dorado, es el momento de añadir esos prácticos vasitos de arroz Basmati Brillante, desgranados como si fueran de terciopelo. Luego, añade los guisantes y un poco de salsa de soja, junto con el huevo revuelto reservado y pimienta al gusto.

Saltea todo junto a fuego alto durante un ratito –unos 3-4 minutos–, removiendo bien para que el arroz chaufa se empape de todos los sabores. Así conseguirás ese toque delicioso del arroz chaufa que tanto nos gusta.

4 - Sirve y decora para disfrutar al momento

Ahora que todo está bien mezclado y a punto de conquistar tus sentidos, retira la sartén del fuego. Sirve el arroz chaufa bien caliente en platos hondos o en un cuenco. Para darle un toque de frescura y crujiente, decóralo con cebollino bien picado. El contraste hará que se te haga agua la boca.

Una vez servido, déjate llevar por esa explosión de sabores y texturas. Disfruta de este plato único que, como diría alguien sabio, es perfecto para deleitarse en cualquier momento con su combinación de proteínas, verduras, y ese toque exótico que tanto gusta.