Risotto con bacon que se deshace en la boca

1 - Reúne y prepárate con todos los ingredientes

Vamos a preparar el terreno para nuestro delicioso risotto con bacon. Comienza cortando una cebolla morada en brunoise. Prepara 300 g de Arroz Sabroz de Brillante y mide 100 g de parmesano rallado. Ten a mano 1 litro de caldo de verduras caliente, medio vaso de vino blanco seco y 50 g de mantequilla.

No olvides echarle un vistazo al bacon: necesitas 100 g de tacos de bacon ahumado, y un poco en láminas para el toque final. Y, por supuesto, ten cerca la sal y la pimienta. ¡Todo sobre la mesa y listo para comenzar esta aventura culinaria! Te prometo que esta receta te hará sentir que es domingo y tienes todo bajo control.

2 - Dale crujiente al bacon

El primer paso para un risotto con bacon perfecto es mimar al bacon ahumado. En una sartén grande y con un chorrito de aceite, vamos a freír esos tacos hasta que estén crujientes y con una pinta de irresistible tentación. Una vez listos, los retiramos y los dejamos descansar sobre papel absorbente para quitarles el exceso de grasa.

3 - Sofríe la cebolla con cariño

¿Listo para darle vida a tu risotto con bacon? Vamos a tomar la misma sartén donde cocinaste el bacon. Añade un poquitín más de aceite si hace falta y agrega la cebolla morada picadita con un toque de mantequilla. A fuego medio, cocina hasta que la cebolla se ponga transparente y coja ese doradito irresistible.

Si alguna vez te impacientaste esperando a que la cebolla se cocine, no estás solo. Aquí es vital tener paciencia; el secreto está en que la cebolla se funda suavemente con la mantequilla. Será como ver un domingo de otoño desde la ventana: tranquilo y con promesa de buen sabor.

4 - Haz crujir el bacon laminado

Mientras la cebolla se cocina y empieza a soltar su magia, coloca las tiras de bacon ahumado entre dos hojas de papel absorbente en un plato apto para microondas. Usa tu microondas a toda potencia durante unos 2 o 3 minutos, hasta que estén crujientes como una galleta que se rompe al morderla.

Déjalas enfriar un poco, no querrás quemarte los dedos. Luego, desmenúzalas en trozos pequeños. Son ese toque especial que hará que tu risotto con bacon sea inolvidable. ¡Y recuerda, siempre puedes picotear un poquito, pero no te lo comas todo antes de tiempo!

5 - Añade el arroz y mezcla con cariño

Primero, haremos que la cocina huela a maravilla añadiendo esos deliciosos tacos de bacon a la sartén con la cebolla. Cuando el bacon empiece a dorarse, añade el arroz y revuélvelo con entusiasmo. Vierte el vino blanco, como quien llena una copa en una cena especial, y deja que el aroma del alcohol se evapore, preparando el camino para lo verdaderamente jugoso.

Luego empieza el verdadero arte del risotto con bacon, agregando caldo caliente poco a poco. Aquí no hay prisa, como esas conversaciones que quieres que no acaben nunca. Una cucharada de caldo, un movimiento con la cuchara y paciencia como si fuera un vals lento y perfecto. Al final, salpimenta al gusto, ese toque personal que sella la perfección del sabor en cada grano.

6 - Incorpora la mantequilla y el queso

Cuando veas que el arroz está casi perfecto, es momento de darle ese toque mágico que hará que tu risotto con bacon sea inolvidable. Añade la mantequilla y el parmesano rallado. Remueve con ganas hasta que se disuelvan. Notarás cómo el risotto de bacon y parmesano va adquiriendo una deliciosa cremosidad.

¿Quién no disfruta de una textura suave en el plato principal? Esta mezcla irresistiblemente sedosa se logra gracias al toque final, cuando el queso y la mantequilla hacen su magia al derretirse. No hay mejor sensación que esa suavidad al paladar, como un abrazo culinario. ¡Siempre es un placer cocinar así!

7 - Sirve y disfruta de tu risotto con bacon

Después de remover el risotto del fuego, déjalo reposar por unos minutos. Este breve descanso es clave para lograr esa textura perfecta y cremosa que todo risotto de bacon y parmesano merece. Luego, decora con láminas de bacon crujiente, un toque de ralladura de limón y cebollino picado. Finalmente, una lluvia de parmesano que coronará este plato irresistible. ¡Listo para disfrutar!