Pollo frito con arroz como en casa

1 - Prepara y ten a mano todo lo necesario

Antes de arriesgarte a freír ese pollo, asegúrate de tener todo listo. Trocea las pechugas de pollo en piezas pequeñas, como si estuvieras jugando a las construcciones, todas bien simétricas. Si necesitas un empujoncito en esta tarea, no te cortes y echa un ojo a nuestra guía sobre cómo trocear un pollo.

Ahora que tienes el pollo bien cortadito, es momento de darle sabor. Marina el pollo con pimienta, salsa de soja y un huevo batido, removiendo bien para que absorba los sabores mientras sigues con el resto de la preparación. Recuerda, el secreto está en cada detalle, así que mímalo un poco y deja que se impregne de todo ese aroma delicioso.

2 - Reboza el pollo para que quede irresistible

Primero, asegúrate de que el pollo frito con arroz esté bien escurrido después de marinarlo en toda esa salsa deliciosa. Luego, agrégalo a un contenedor con harina de maíz. Imagínate que le estás dando una ducha de polvo mágico para que el pollo frito quede crujiente y delicioso.

Cierra bien el recipiente y agítalo como si estuvieras bailando con energía, ¡en serio, no tengas miedo de darle rienda suelta! Así, los trozos de pollo quedarán bien impregnados con la harina. El truco está en no dejar ni un centímetro sin cubrir, porque así se convertirán en auténticas joyas de crujiente sabor.

3 - Fríe el pollo hasta que brille de dorado

Vamos a sacar del armario la airfryer y colocar los apetitosos trozos de pollo dentro. Dale un toque maestro agregando un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Esto le dará ese sabor tan especial que, sinceramente, nos encanta. A 200°C, cocina los pedacitos durante 10 minutos. Truco: Dales la vuelta a mitad del tiempo para que el doradito sea uniforme y conquiste corazones (y estómagos). ¿Ves qué sencillo está siendo este pollo frito con arroz?

4 - Cocina el arroz blanco como un pro

Mientras el pollo disfruta de un buen baño en el sartén, centra tu atención en el arroz Sabroz de Brillante. Sigue las instrucciones del paquete al pie de la letra. ¿Quién no ha quemado un arroz alguna vez? Si prefieres moverte como un experto, sigue estos consejos para cocer el arroz blanco y que quede suelto.

El truco es mantener la calma, como los domingos familiares en la cocina de nuestras abuelas. Con amor y un poco de atención, tendrás un arroz suelto y en su punto, listo para acompañar ese pollo frito que huele a victoria culinaria. ¡Prepárate para impresionar a todos los comensales con un delicioso plato de pollo frito con arroz!

5 - Prepara una salsa que enamora

Cuando tengas todas las mezclas en la sartén a fuego medio, no olvides remover la salsa constantemente para que se mezcle bien y no se pegue. Cuando comience a burbujear y espesar, sigue removiendo. Luego, retírala del fuego y prepárate, porque se viene lo bueno con el pollo.

Cuando el pollo esté doradito, agrégalo con confianza a la sartén, porque ahora el juego es impregnarlo por completo de ese sabor irresistible de la salsa. Remueve bien, que no se escape ninguna gotita de sabor. ¡Listo, has convertido un simple pollo en una fiesta!

6 - Sirve y a disfrutar a lo grande

Sirve el arroz que has cocinado con tanto cariño en un plato grande, y posa con mimo los jugosos trozos de pollo frito en salsa a su lado. ¿Te huele ya a domingo en casa? Para darle un toque de frescura y color, decora todo con cebollino fresco picado. ¡Ya tienes tu pollo frito con arroz listo para disfrutar!