Arroz con pitu para compartir en familia

1 - Preparar todos los ingredientes para empezar con buen pie

Antes de ensuciarte las manos con este delicioso arroz con pitu, asegúrate de que tienes todo listo. Realizar un corte en brunoise para la cebolla y los pimientos te hará sentir como un chef de la tele. No te olvides del famoso corte brunoise, pequeño pero esencial para un sofrito perfecto.

Cuando estés listo, asegúrate de tener a la mano las especias, el caldo bien caliente y el AOVE, cuyo aroma te transportará directo a la cocina asturiana. Si no encuentras un pitu de caleya, que no cunda el pánico; un buen pollo campero hará el truco. Disfruta cada paso de esta receta, como si estuvieras cocinando para un domingo especial.

2 - Dorar el pitu y sacar su mejor sabor

En una sartén amplia ligeramente inclinada, deja caer un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y escucha el chisporroteo. Ahí es cuando los trozos de pitu entran en acción, dorándose con paciencia. Esta es la clave para añadir ese sabor celestial que recordará a domingos en familia. No olvides sazonar con sal y pimienta a tu gusto mientras se dora. Una vez el pitu esté como una obra de arte dorada, guárdalo y deja que la sartén conserve esos jugos mágicos. Conservarás un elixir que dará vida al sofrito que viene después.

3 - Sofreír las verduras y dejar que se encariñen

En el mismo aceite donde doraste el pitu, pon a bailar la cebolla, los pimientos y los ajos. Deja que se pongan contentos, bien pochaditos. Luego, añade el tomate triturado y deja que reduzca, removiendo con cariño cuando lo veas necesario. Este truquito dará al arroz la magia que necesita.

Recuerda que la paciencia es clave: cuanto más mimo le pongas a este sofrito, mejor quedará ese arroz con pitu que estás preparando. Es un plato asturiano que merece todo el amor del mundo, así que imagina que cada vuelta de cucharón le va añadiendo un poquito más de sabor.

4 - Añadir las especias para dar un toque especial

Cuando el sofrito huele a gloria, es hora de darle chispa. Ve añadiendo pimentón dulce, orégano, tomillo y comino. Remueve rápidamente para que las especias no se amarguen, y no dudes en echar un chorrito de caldo de pollo caliente para desglasar la sartén y no dejarte nada atrás.

Incorpora el pitu doradito y no olvides sumar una hoja de laurel. Remueve todo para que cada bocado tenga un trocito de Asturias. Verás cómo el pollo absorbe todo el sabor del sofrito y las celebradas especias. ¡Ahora se va notando el auténtico arroz con pitu!

5 - Incorporar el arroz y el caldo, ¡a la cocción!

Cuando veas que todos los ingredientes empiezan a mezclarse alegremente en la cazuela, es el momento de añadir el arroz Brillante Sabroz. Remueve con cariño, asegurándote de que el arroz se reparte bien por todo el guiso. Ahora vierte el caldo restante, que debe estar bien caliente para que cubra generosamente. Cocina todo a fuego medio durante unos 18-20 minutos, vigila que el arroz con pitu chupe todo el sabor sin pasarse de cocción. Si ves que hace falta, añade un poquito más de caldo caliente. ¡Así alcanzarás la textura perfecta que todos querrán repetir!

6 - Reposar un momento y servir con un toque fresco

Una vez que el arroz esté en su punto justo, vale la pena apagar el fuego y dejarlo reposar cinco minutos, tapado y tranquilito. Esto es crucial, ya que los sabores tienen un poco más de tiempo para integrarse, y el arroz absorbe el toque final de humedad.

Antes de sacarte la primera cucharada, espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima. No subestimes el poder del perejil; transforma el plato en una fiesta de sabor y color. A disfrutar este arroz con pitu en buena compañía y con una copa de vino a mano. ¡Salud!