Paella de raya que sabe a mar

1 - Dorar las verduras y dejar que suelten su aroma

Cuando el aceite esté caliente en la sartén, añade las verduras: ajos tiernos, cebolla y pimiento verde. Las vas a dejar que se hagan amigas en la sartén y se pongan doraditas mientras liberan sus aromas. Luego, añade el tomate rallado y el pimentón. Remueve bien y verás cómo se mezclan los sabores.

2 - Añadir el arroz y verter el caldo caliente

Llega el momento de añadir el arroz a la fiesta. Con paciencia y amor, distribúyelo por toda la sartén, como si decoraras una manta de colores. Remuévelo suavemente para que se empape del aroma del tomate y las verduras. Luego, vierte el caldo caliente y, de regalo, las hebras doradas de azafrán. Cubre completamente el arroz, cual manto protector de sabores.

3 - Colocar la raya y dejar que se cocine

Imagina que vas colocando esos maravillosos trozos de raya sobre el arroz, como quien coloca las cerezas en el pastel. Mantén la calma, es el momento de dejar al arroz hacer su magia. A fuego medio, el arroz absorbente comenzará a empaparse en el caldo, transformando cada grano en una explosión de sabor.

Como si de un concierto de sabores se tratara, la paella de raya comienza a tomar forma. Mientras el aroma invade tu cocina, deja que el arroz se convierta en el protagonista. Con paciencia, notarás cómo los sabores van evolucionando, hasta que la danza del arroz y los demás ingredientes logren la actuación estelar que esperabas.

4 - Reposo y a disfrutar en la mesa

Cuando notes que el arroz en tu paella de raya está cocido, la raya tierna y la cocina huele a gloria, es momento de apagar el fuego. Deja reposar unos minutos y siente cómo todo se asienta, como un buen cuento al caer la tarde. Al servirlo, ponle un toque de perejil fresco picado, así tendrás un final de película. Paella de Raya y Ajos Tiernos perfecta para disfrutar en buena compañía.