Un arroz para sentarse a la mesa con ganas
Esta paella de costillas y alcachofas no necesita aplausos… pero seguro que se los gana. Tiene ese punto entre sabroso y reconfortante que te pide pan para mojar. No es un plato de diario, pero tampoco requiere fiesta nacional. Perfecto para un domingo tranquilo o para sorprender sin demasiados fuegos artificiales.
Y si te sobran raciones, no te preocupes: aquí te explicamos cómo recalentar la paella sin que pierda la gracia.
