Arroz con verduras al curry: color, sabor y cero complicaciones

1 - Todo listo antes de empezar: así cocinas sin agobios

Ten a mano todo lo que vas a usar. Pica finita la cebolla, corta el pimiento verde y el calabacín en dados pequeños. Saca los guisantes congelados para que no lleguen tiesos a la sartén. Prepara también tus especias favoritas, el arroz Sabroz y el caldo de verduras ya caliente. Cuando tienes todo listo, cocinar se vuelve casi un paseo.

¿Te molan los platos con especias? Pues esta quinoa con curry también te va a encantar.

2 - Empieza con un buen sofrito

Calienta un par de cucharadas de aceite de oliva (o de coco, si te gusta ese toque más exótico) en una cazuela a fuego medio. Añade la cebolla picada y déjala pochar durante unos 4-6 minutos. Remueve de vez en cuando, que no se nos queme, solo queremos que quede blandita y con un toque dorado.

3 - Hora de las verduras: pimiento y calabacín al fuego

Añade el pimiento y el calabacín en cubitos. Saltéalos unos minutos, hasta que empiecen a ablandarse pero sin que pierdan su forma. Aquí buscamos textura, no puré. Que queden sabrosos y con ese punto crujiente que se agradece.

4 - Especias al calor: despierta los aromas

Llega el momento estrella. Añade el curry en polvo y el jengibre directamente sobre las verduras. Remueve rápido, durante 20-30 segundos. Este truco tan simple hace que las especias liberen todo su aroma y te perfumes la cocina de maravilla.

5 - El arroz entra en juego

Echa el arroz Sabroz y remueve bien un minuto. Así el arroz se impregna del sofrito y las especias, y ya va cogiendo sabor desde el minuto uno. Además, ayuda a que el grano quede más suelto después de cocido.

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6 - Guisantes y caldo: que empiece el cocinado

Incorpora los guisantes y mézclalos con el resto. Vierte los el caldo caliente y remueve solo una vez, lo justo para repartir bien los ingredientes. Añade sal y pimienta al gusto. Ahora ya huele a algo bueno.

7 - Cocción sin tapa: el arroz toma forma

Sube el fuego hasta que empiece a hervir. Luego bájalo a medio (nivel 4-5 si usas vitro o inducción) y deja cocer sin tapa durante unos 10-12 minutos. Poco a poco, verás que el arroz va asomando y el caldo se va reduciendo.

Cuando el caldo esté casi absorbido y el arroz ya esté en la superficie, baja el fuego al mínimo. Pon la tapa, pero no del todo cerrada: déjala entreabierta durante 4-5 minutos. Así se termina de cocer con el vapor sin pasarse de cocción.

8 - Reposo final: el toque maestro

Apaga el fuego, tapa bien la cazuela y deja reposar unos 5 minutos. Es el último truco para que el arroz quede suave, suelto y bien asentado. Y ya lo tienes listo para servir, comer y repetir.