Antes de empezar a cocinar nuestros deliciosos calabacines rellenos de arroz, vamos a reunir todos los ingredientes como si armáramos un rompecabezas sabroso. Agarra esa cebolla que tienes en la despensa, el pimiento rojo vibrante y corta, sin miedo, el puerro como todo un pro de la cocina.
No te olvides del arroz Sabroz, que es el alma de este plato. Si prefieres un toque de mar, los langostinos y el salmón esperan turno. Mide un litro de agua y ten a mano el azafrán, que da ese color dorado irresistible. Ya verás, cuando empiece a oler, parecerá que hoy es día de fiesta.

Empecemos a preparar un caldo potente y lleno de sabor marino que hará que nuestros calabacines rellenos de arroz sean inolvidables. Primero, nos ponemos cómodos, pelamos los langostinos y guardamos la carne en un plato aparte. En una cazuela, con un par de cucharadas de aceite de oliva, salteamos las cabezas y las pieles durante unos minutos hasta que ese aroma a mar nos haga suspirar.
Una vez doradas, las retiramos y aplastamos en un mortero para exprimirles todo el jugo, como si quisiéramos sacar hasta la última gota para el mejor risotto. Añadimos una pizca de sal y luego vertemos suficiente agua para cubrirlo todo. El caldo se cuece durante unos 15 minutos. ¡Verás qué cambio! Reservamos este caldo marino para más adelante, y ya verás cómo eleva el plato a otro nivel.

Ve a por los calabacines frescos del mercado y dales un baño tipo spa bajo el grifo. Luego, corta por la mitad como si fueran hojaldres, preparándolos para el gran viaje. En una olla con agua y sal, déjalos chapotear de 6 a 7 minutos. Espera a que queden tiernos, pero sin pasar el punto justo. Después, retira el agua y, como el buen vino, déjalos reposar un ratito. ¡Estarán listos para ser protagonistas de nuestros apetitosos calabacines rellenos de arroz!

Con una cuchara en mano, es hora de transformar esos calabacines en pequeñas barquitas. Retira suavemente la pulpa de cada uno, asegurándote de dejar bordes de un centímetro para que aguanten el relleno. Es un poco como tallar calabazas, ¡pero mucho más sabroso! Nada se desperdicia aquí, reserva tanto las barquitas como la pulpa.
Todo está listo para el espectáculo final: los calabacines rellenos de arroz. La textura perfecta y ese sabor inigualable están a la vuelta de la esquina. ¿Manos listas para el relleno? No olvides sonreír mientras cocinas, recuerda que el amor también es un ingrediente importante en la cocina sana y casera.

Lava el pimiento rojo con cuidado como si fueras a darle un baño relajante. Luego, corta en daditos como un chef de televisión y añádelos a una cazuela con 3 o 4 cucharadas de aceite, justo lo necesario para un buen sofrito. Sumamos la cebolla, también en dados, que ya debería estar pelada. Ahora viene la parte terapéutica, ¡remueve las verduras y deja que se vayan poniendo blanditas! Tómatelo con calma, unos 15 minutos a fuego medio, para que todo el aroma se mezcle como cuando huele a domingo en casa.

Añade a la sartén el puerro fresco y bien troceado, junto con la pulpa de calabacín que habías reservado y un toque de azafrán. Con un poco de sal se va formando una base aromática irresistible. Esta mezcla la cocinamos durante 10 minutos, removiendo suavemente para que los sabores se integren.
A continuación, llega el turno del vino blanco: incorpóralo a nuestro guiso y déjalo unos minutos hasta que el alcohol se evapore. ¿No te recuerda ese aroma a un almuerzo de domingo? Hazlo con tranquilidad y verás cómo esos calabacines rellenos de arroz se iluminan con ese toque especial.

El tomate es como el toque mágico que da vida al relleno de nuestros calabacines rellenos de arroz. Lávalo con cariño y córtalo en daditos, cual chef con paciencia. A continuación, échalo a la cazuela, donde ya huele a calabacines rellenos de arroz con verduras. Déjalo cocer a fuego suave durante 15 minutos; el aroma ya está para compartir.

Aquí viene la parte divertida. Añadimos el arroz, asegurándonos de que no quede ninguno en el paquete, y removemos como si nos fuera la vida en ello. Luego, vertemos el caldo colado, calculando un poquito a ojo, que tampoco es una ciencia exacta, ¿verdad? Si ves que el arroz empieza a pedir auxilio, añade más caldo de tu reserva.
Dejamos que el arroz se cocine a fuego medio durante 20 minutos mientras empezamos a sentir ese aroma que nos activa los sentidos. En los últimos 5 minutos, sumamos los langostinos y los daditos de salmón, que ya deberían estar libres de espinas y piel. Retira la mezcla del fuego justo al terminar, cuando todo esté integrado y listo para rellenar esos calabacines.

En mi opinión, aquí empieza la verdadera magia: precalienta el horno a 180°C, como cuando inicias un buen espectáculo. Mientras va tomando calor, coge las míticas barquitas de calabacín y llénalas generosamente con el arroz. Cuando veas esos colores mezclarse, sabrás que estás en el buen camino.
¿Listo para seguir? El horno ya está caliente. Rellena con cariño esos calabacines rellenos de arroz, asegurándote de que cada pizca quede en su sitio. Tener todo a punto te da tiempo para un respiro antes de que la cocina se llene de los irresistibles aromas de una cocina sana.

Para darle el toque final a nuestros calabacines rellenos de arroz, espolvoreamos generosamente con queso rallado, como si no hubiera mañana, y los dejamos en el horno durante 20 minutos. No te olvides de cubrir con papel de aluminio para que el queso se funda cual manto cálido.
Después de ese tiempo, retira el papel y deja que el sol del gratinado haga su magia hasta que los calabacines estén dorados y apetecibles. Sírvelos calientes y acompáñalos con una sonrisa; verás que estos calabacines rellenos de arroz con verduras harán las delicias de cualquier comensal.
