Rollitos vietnamitas frescos y saludables

1 - Reúne y prepara todos los ingredientes frescos

Antes de salir corriendo a preparar estos rollitos vietnamitas frescos y saludables, conviene reunir todos los ingredientes y dejarlos como soldados listos para entrar en acción. Mientras el Arroz Sabroz Brillante está a punto, puedes ir preparando el resto: hojas de arroz, gambas o langostinos cocidos, y una selección de verduras que incluye zanahoria, pepino, lechuga, aguacate y cilantro fresco. Para la salsa, no olvides tener a mano crema de cacahuete, salsa de soja, leche de coco y el jugo de media lima.

Invierte un momento en lavar bien todas las verduras y sécalas sin prisas. Con calma, corta la zanahoria y el pepino en láminas finas, junto con el aguacate. Esto te ahorrará tiempo al montar los rollitos después. Y si te gusta innovar con vegetales, prueba nuestro arroz con verduras, una receta ligera y fácil de adaptar.

2 - Cocina el arroz hasta que esté suelto y delicioso

Vamos a cocer el arroz Sabroz Brillante de una manera muy simple pero efectiva. Llena un cazo con agua y añade una pizca de sal, como si estuvieras saludando desde una montaña. El agua debe hervir antes de recibir al arroz. Cocínalo a fuego medio durante 18 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se apelmace.

Cuando el arroz esté tierno pero firme, escúrrelo bien. Extiéndelo ligeramente en un plato o bandeja para que se enfríe. Este truquito asegura que el arroz no humedezca demasiado las hojas de arroz al preparar esos rollitos vietnamitas frescos y saludables, conservando su textura suelta y agradable. ¡Manos a la obra con los demás ingredientes!

3 - Dale un suave toque a las gambas en la sartén

Antes de empezar a montar esos rollitos vietnamitas frescos y saludables, hay que darle un toque especial a las gambas. Calienta una sartén pequeña y añade unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Seguido, saltea brevemente las gambas cocidas, solo un par de minutos. Verás como se doran y toman un aroma irresistible.

Si te apetece un giro especial, espolvorea un poco de pimentón dulce mientras las salteas. Este truquito agrega un matiz ahumado que armoniza de maravilla con las verduras y el arroz, sin robar protagonismo a su frescura. Hazlo y verás cómo se convierten en el alma de tus rollitos.

4 - Hidrata las hojas y monta los rollitos con cariño

Llena un plato hondo o una bandeja amplia con agua templada. Sumérgete en el proceso de humedecer una hoja de arroz durante unos segundos; verás cómo se vuelve flexible, pero sin deshacerse. Colócala sobre una superficie limpia y húmeda, como ese paño de cocina que amas tanto.

En el centro de la hoja, coloca primero una pequeña porción del arroz cocido, seguida de las tiras de zanahoria, pepino, lechuga y aguacate. Añade unas gambas salteadas y un poco de cilantro. Si te gusta, también puedes incorporar unas hojas frescas de menta para aportar un aroma aún más fresco.

5 - Dora los rollitos para un toque crujiente

Una vez ensamblados tus rollitos vietnamitas frescos, es hora de darles un ligero dorado para hacerlos irresistibles. Calienta una sartén antiadherente a fuego medio-alto, añade un hilo de aceite y coloca los rollitos con cuidado, evitando que se toquen. Deja que se doren un poco, unos uno o dos minutos por cada lado. Así lograrás un exterior crujiente que contrasta perfectamente con el interior fresco.

6 - Prepara la irresistible salsa de cacahuete

Vamos a darle caña a esa salsa mágica que va a elevar a tus rollitos vietnamitas frescos y saludables al siguiente nivel. En un bol pequeño, mezcla la crema de cacahuete con la salsa de soja, leche de coco y el zumo de ½ lima. Remueve bien, como si estuvieras haciendo la poción secreta de la abuela, hasta que todo quede homogéneo y cremoso.

Si te gusta más líquida, puedes echarle unas gotitas de agua caliente o más leche de coco hasta tener la consistencia perfecta. Esta salsa es el alma del plato, dando dulzura, sal y un toque ácido que hará que hasta los más escépticos caigan rendidos. ¡A disfrutar!

7 - Emplata los rollitos de manera fresca y apetitosa

Ya que tus manos han dado vida a estos delicados rollitos vietnamitas frescos y saludables, disponlos en una bandeja o sobre hojas de lechuga. Si te gusta presumir de emplatado, córtalos en diagonal; parecerás un chef, pero de los modestos. Acompáñalos de la salsa que, estoy seguro, te hará salivar.

Decora con unas hojas de cilantro o menta para darles ese toque de frescura que despierta hasta las papilas gustativas más perezosas. Si te apetece variar, añade unos cuencos con otras salsas para esos amigos quisquillosos. Así, tu aperitivo sencillo se convierte en un festín asiático.