Arroz con almejas y gambas al estilo tradicional

1 - Limpia bien las almejas para un buen comienzo

Antes de lanzarnos de lleno a cocinar, vamos a asegurarnos de que nuestras almejas están limpias y listas para el show. Imagina que son pequeñas joyas del mar necesitando un baño refrescante. Coloca las almejas en un bol con agua fría y un buen puñado de sal. Déjalas reposar por unos 20 minutitos; así, ellas mismas soltarán cualquier arena escondida en sus conchas. Si aún ves el agua turbia después de este tiempo, no temas repetir el proceso hasta que quede limpia.

Con tus almejas ya listas, es hora de darles un toque gourmet. En una sartén, añade aceite y coloca las almejas junto con un generoso chorro de vino blanco. Este bañito de vino no solo abrirá las almejas, sino que les dará un aroma delicioso, digno de cualquier festín. Una vez abiertas, resérvalas mientras seguimos con el resto de nuestro delicioso arroz marino con almejas y gambas.

2 - Dale un golpe de calor a las gambas

Calienta una sartén a fuego medio-alto; aquí empieza el festín marino. Añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra, que será tu aliado. Pasa las gambas brevemente por la sartén. Verás que en un suspiro cambian de color, sellando sus jugos y preparando al ensamble final. Retira estas maravillas y resérvalas para el gran momento.

3 - Sofríe verduras para darle alma al plato

El sofrito es el alma de nuestro arroz, y su preparación adecuada es clave para un plato exitoso. Utiliza la misma sartén para sofreír el pimiento rojo, la cebolla vieja y los ajos, todos finamente picados. Una vez que las verduras estén tiernas y aromáticas, incorpora la pulpa de ñora al sofrito, mezclando bien. Este ingrediente aporta un color vibrante y un sabor único que es característico de la cocina mediterránea. Por último, añade el vino de la cocción de las almejas.

4 - Mezcla el arroz con el caldo caliente

Ha llegado el momento de que nuestro amigo, el arroz Sabroz, haga su entrada triunfal. Poco a poco, añádelo al sofrito. Asegúrate de que cada grano se empape de ese saborcito. Luego, sin prisa pero sin pausa, vierte el caldo fumet caliente sobre el arroz. Que no falte el meneo suave, para que el caldo y el sofrito se conozcan bien. Añade un poco de sal y ajusta al gusto, siempre con mimo. ¿Y quién se resiste a probar un delicioso arroz marino?

5 - Añade las estrellas del mar y listo para disfrutar

Cuando el arroz está empezando a pedir calle, llega la hora de darle compañía con las almejas y las gambas. Esta jugada garantiza que ambos mariscos estén en su punto, conservarán esa textura tierna que tanto nos gusta. Dale ese toque final con perejil fresco picado y listo, ¡un delicioso arroz marino para disfrutar!