Arroz con conejo de la abuela

1 - Pon en orden los ingredientes en tu encimera

Antes de empezar a cocinar nuestro delicioso arroz con conejo, es ideal tener todos los ingredientes listos. Un truco que siempre funciona es disponer en la encimera todo lo necesario: el conejo troceado, el caldo, mide la cantidad de arroz , y no olvides una pizquita de sal. ¿A quién no se le ha olvidado alguna vez un ingrediente clave a última hora?

2 - Dorar el conejo

Cuando el aroma de aceite de oliva caliente empiece a llenar tu cocina, es hora de darle protagonismo al conejo. Dora los trozos a fuego moderado, junto con el hígado.

No te apresures, deja que el conejo se dore a su ritmo. Esta parte es clave para conseguir ese arroz con conejo que, sin duda, se convertirá en el protagonista de la mesa.

3 - Pelar las alcachofas

Agárrate que vienen curvas, toca pelear con las alcachofas. Corta el tronco y quitales de las hojas más duras. Córtarlas en cuatro partes y sumérgelas en agua con limón. Así, no se pondrán feas mientras reposan.

4 - Un sofrito embriagador

El conejo y el hígado ya están doraditos, así que es hora de sacarlos de la sartén. Con el aceite que queda, preparémonos para el sofrito con cebolla picada.

5 - Añadimos el pimentón y el azafrán

Para darle un toque de color añadimos un poco de pimentón y unas hebritas de azafrán que harán que la cocina huela a domingo familiar. Luego, integraremos el tomate rallado, dejando que su jugo se mezcle con los demás ingredientes, como si de una obra maestra de sabores se tratara.

6 - Prepara el majado

¿Quién no necesita un buen consejo de amigo para realzar ese aroma auténtico? Tómate un respiro para preparar un majadito con ajo, perejil, los valientes higaditos del conejo y un poco de sal en un mortero. ¡Créeme, esto hará que tu plato principal brille con sabor y nostalgia!

7 - Unir el conejo y el sofrito

Mientras el sofrito se cocina despacito, soltando su aroma irresistible, añade los trozos de conejo. Remueve con cariño, como si estuvieras evocando una típica comida de domingo con la familia.

8 - Incorpora el vino

Ahora vamos a echar un buen chorro de vino blanco al sofrito. Esto no solo le dará un toque exquisito a nuestro arroz, sino que, como diría mi abuela, «en la cocina no puede faltar un poco de alegría». Dejamos que el caldo se caliente lentamente, permitiendo que el alcohol se evapore.

Así potenciamos los sabores al máximo. Verás que el aroma empieza a ser embriagador, como si ya pudieras saborear ese plato principal en todo su esplendor.

Llega el turno de las alcachofas, échalas al arroz. Confía en mí, no hay manera de equivocarse aquí; simplemente, deja que las alcachofas se mezclen con el resto del plato. Si te animas, aprovecha este momento para darle un meneo al sartén. ¡Esta es una de esas pequeñas cosas que hace la cocina tan divertida!

10 - Agrega el arroz

Ahora es el momento de añadir el toque clave, incorpora el Arroz Brillante Sabroz junto con el caldo de ave hirviendo. Recuerda rectificar de sal a tu gusto antes de dejar que hierva durante 15 minutos. Al final, permite que repose unos mágicos 5 minutos.

¡A disfrutar de este festín en buena compañía!