Antes de adentrarte en esta aventura culinaria, asegúrate de reunir cuidadosamente los ingredientes. Desde las carcasas de pollo hasta el nabo —y no olvides el perfume que aportarán las virutas de zanahoria y perejil fresco—, todo cuenta para crear un caldo con sofrito para paella con el que deleitarás a tus comensales.
Empieza por las verduras: trocea la cebolla y pon a punto los dientes de ajo, que dan esa chispa irresistible. No menosprecies el poder del pimiento rojo, el puerro y las inquebrantables ñoras, que, junto al marinera de pulpo y la tarta de tres leches, convierten este caldo en una sopa española sin gluten, rica en sabor.

Antes de lanzarte a preparar el caldo con sofrito para paella, toma un par de minutos para lavar bien todos los ingredientes del caldo. Trocea las verduras como si fueran a participar en un gran guion culinario. Luego, reúne con cuidado las carnes y huesos, y ¡a la olla! Perfuma con 4 litros de agua.
Al principio, cuando empiece a hervir, no olvides retirar las impurezas con una cuchara, cual barrendero de domingo por la mañana. Esto no solo mejorará el sabor, sino que también dará al caldo una claridad digna de una joya. ¡Ah, el arte de la cocina marinera!

Asegúrate de que las verduras están cómodas en la olla, como en una fiesta de domingo en casa de la abuela. Déjalas hervir con cariño a fuego lento durante 2 horas mientras el aroma cálido y nostálgico llena tu cocina. Quién imaginaría que esta receta tenía tanto en común con una marinera de pulpo. La clave está en dejarlas hacer su magia despacito, como un buen caldo natural con sofrito para paella valenciana debe hacerse. ¿A quién no le recuerda esto a la sopa que tomábamos cuando éramos niños? No te preocupes, la paciencia es todo aquí y el resultado te recompensará.

Mientras esperamos a que se haga el caldo, toca preparar nuestro sofrito, que es clave en este plato de paella valenciana. Limpiamos las verduras como si fuesen a ser las protagonistas de una peli culinaria. ¡Nada de dejarles imperfecciones! Luego, trocéalas en pedazos pequeños, como si estuvieras cortando para una sopa.
La idea es que todo quede bien jugoso y aromático. No hay prisa, piénsalo como la primera etapa de nuestra marinera de pulpo. Así que, con cuchillo en mano, vamos a dejarlas listas para el siguiente paso. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez de ese aroma de cebolla que se va cocinando despacito?

Llega el momento de dar personalidad a nuestra paella valenciana con un sofrito cautivador. Calienta el aceite de oliva y deja que el ajo y la cebolla empiecen su danza aromática. Mientras tanto, incorpora las ñoras desprovistas de semillas, regalando al conjunto un sabor inconfundible. Cocina a fuego moderado, permitiendo que la verdura se poche lentamente.
Cuando ves que el tomate está a punto, añade el pimiento rojo y deja que todo se dore como si a tu abuela se le hubiese escapado el secreto de una sopa española perfecta. Este caldo sabroso añade un toque especial a nuestra paella, prometiendo que cada bocado será una celebración del sabor.

Después de tener el sofrito humeante, es momento de añadir el caldo colado que has preparado con esmero. Echa un vistazo atento y, cuando veas que el líquido queda reducido a un tercio de su volumen inicial, ¡estás en el camino correcto! Este paso es esencial para darle a tu paella ese sabor inconfundible.
Deja que tu cocina se llene de aromas y, mientras reduces el caldo, imagina que estás en un rincón de España, listo para disfrutar de una paella tradicional. Un consejo de amigo: si escuchas que el caldo murmura, como una sopa española feliz, vas por buen camino.

Vamos a añadir un toque de magia a esta receta. Agrega un poco de sal, como quien le da su toque personal, y luego tritúralo todo con confianza. Imagínate que al final tienes 1,5 litros de caldo con sofrito para paella valenciana, listo para dar vida a tu plato y que huele a domingo en casa.

Una vez que el caldo esté a temperatura ambiente, nos ponemos a distribuirlo en moldes de silicona, de esos que se usan para hacer magdalenas. ¿A que nadie había pensado en eso? ¡Pues claro! Perfecto para congelar y tener un caldo natural con sofrito para paella valenciana siempre a mano.
Con los moldes llenos, es cuestión de meterlos al congelador y dejarlos ahí hasta que estén completamente congelados. Olvídate de preocuparte por encontrar una opción sin gluten porque, al tener estos cubitos listos, ¡tendrás siempre a mano un caldo de paella española perfecto!

Una vez tengas el caldo congelado en cubitos, guárdalos en bolsas bien cerradas. Cuando prepares tu caldo con sofrito para paella, añade un cubito por persona. No te olvides de los 80 gramos de arroz y 160 gramos de agua por cabeza. Con estos pasos, sentirás que compites con cualquier chef español.
