Por Azuki WhiteÚltima actualización: 30/07/2025
Si te apetece una paella diferente, de las que no llevan marisco pero saben a gloria, esta con alcachofas te va a sorprender. Es ligera, sabrosa y con ese punto de “esto me lo hacía mi madre cuando llegaba la temporada de alcachofas”. No es la paella más famosa, pero sí una de las más agradecidas cuando quieres comer bien sin complicarte.
¿Y lo mejor? Que puedes hacerla en casa sin líos. Solo necesitas unas buenas alcachofas (y saber cómo cortar alcachofas para paella sin terminar jurando en arameo), un sofrito con fundamento, y dejar que el arroz se luzca.
Y si después te animas a seguir explorando el mundo de las paellas sin carne ni pescado, te recomiendo probar esta paella de verduras: colorida, sabrosa y perfecta para cualquier ocasión.
Ten los ingredientes a mano, limpios y listos para usar. No es postureo, es supervivencia: si te pones a picar el ajo cuando el aceite ya está caliente, lo más probable es que se te queme. Y ojo con las alcachofas: límpialas bien, quita las hojas duras y mételas en agua con limón para que no se pongan negras. Si no sabes bien por dónde empezar, busca una buena guía sobre cómo limpiar las alcachofas y te ahorras disgustos.
En la paellera, un buen chorrito de AOVE y las alcachofas bien escurridas. Déjalas que se doren un poco, unos 5 minutos. No hace falta freírlas como si fueran patatas, solo que cojan ese tono dorado que empieza a oler a gloria.
Añade un poco más de aceite si hace falta y baja el fuego. Ahí van el ajo, el tomate rallado, la ñora, el puré de tomate y el pimentón. Remueve, respira ese olor y no tengas prisa: que se cocine todo a fuego medio-bajo, unos 10 minutos. Aquí se decide buena parte del sabor de la paella, así que no lo dejes a medias. Si quieres clavar este paso, aquí tienes una guía completa para hacer sofrito para paella.
Cuando el sofrito esté en su punto, incorpora el arroz. Remueve con ganas durante un par de minutos para que se impregne bien. Esto se llama “nacarar”, y aunque suene a técnica de restaurante caro, básicamente es dejar que el arroz coja el saborcito del sofrito.
Añade el caldo de verduras bien caliente, nada de echarlo frío del brick. Disuelve en él el azafrán ya infusionado y echa sal al gusto. Si te interesa saber más sobre este ingrediente, aquí puedes curiosear qué es el azafrán.
Sube el fuego y deja que el arroz hierva a buen ritmo unos 8 minutos. Luego, bájalo. En ese punto, añade los tacos de jamón y devuelve las alcachofas a la fiesta. Encima puedes poner unas lonchas finas de jamón para que se terminen de hacer con el calor. A partir de aquí, nada de remover. El arroz necesita su espacio.
Cuando ya no quede caldo a la vista, apaga el fuego y déjala reposar 5 minutitos. Solo eso. Si tienes romero fresco, ponle unas ramitas por encima y verás qué pintaza. Y ahora sí: sirve, huele, sonríe.
Esta receta no lleva mariscos ni pollo, pero tiene alma. Tiene ese sabor casero, de comida que reconforta y no empalaga. La paella con alcachofas tiene su propia personalidad, y si le pones cariño, te lo devuelve con creces.
¿Quieres más ideas para seguir jugando con este ingrediente? Prueba con una paella mixta o atrévete con una paella de pollo y verduras. Ya verás qué bien maridan con la alcachofa.
Lcda. en Psicología y Dietista, experta en psiconutrición. Soy una apasionada de la cocina y la alimentación saludable. ➡️ En mi cuenta de Instagram encontrarás recetas fáciles y saludables y consejos nutricionales.
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