El arroz con alcachofas caldoso es una receta que combina sencillez, tradición y un sabor excepcional. Este plato destaca por su textura jugosa y su riqueza de matices, donde las alcachofas frescas y los espárragos verdes se complementan con el toque único del jamón crujiente. Una opción perfecta para quienes buscan una comida reconfortante y nutritiva que, además, es muy fácil de preparar.
En esta receta,te guiaremos paso a paso para que logres un arroz caldoso lleno de sabor, aprovechando al máximo ingredientes frescos y de calidad como el arroz Sabroz. Con unos simples trucos, este plato se convertirá en el favorito de tu repertorio, ideal para compartir en familia o con amigos.
Si disfrutas de recetas con alcachofas, no te pierdas nuestra paella de alcachofas o el arroz con alcachofas y pollo. Ambas son opciones irresistibles para seguir explorando los sabores de este maravilloso ingrediente.
¿Te animas a preparar este delicioso arroz con alcachofas caldoso? Sigue leyendo y descubre cómo transformar ingredientes cotidianos en un auténtico manjar. ¡Vamos a por ello!
Lcda. en Psicología y Dietista, experta en psiconutrición. Soy una apasionada de la cocina y la alimentación saludable. ➡️ En mi cuenta de Instagram encontrarás recetas fáciles y saludables y consejos nutricionales.
1 - Preparación previa de los ingredientes para un arroz caldoso perfecto
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes listos. Limpia las alcachofas retirando las hojas externas más duras y corta las puntas. Para evitar que se oxiden, sumérgelas en agua con limón mientras continúas con la preparación. Si necesitas más detalles, consulta nuestra guía sobre cómo limpiar alcachofas.
Trocea los espárragos verdes en piezas pequeñas, descartando la parte más dura del tallo. Pica finamente los ajos, la cebolla y los pimientos en corte brunoise para garantizar una cocción uniforme.
Ralla el tomate fresco para obtener una textura suave y homogénea para el sofrito. Hidrata la ñora en agua caliente durante unos minutos para que su sabor sea más intenso.
Calienta el litro de caldo de verduras y ten listos los 250 g de arroz Sabroz, conocido por su capacidad para absorber sabores sin perder textura. Prepara también el medio vaso de vino de guiso, que usarás para desglasar durante la cocción.
Por último, asegúrate de tener el aceite de oliva virgen extra a mano para empezar el sofrito, y corta las lonchas de jamón si las vas a añadir crujientes al final, ya sea dorándolas en sartén o en el microondas.
2 - Sofreír las verduras: la base de un arroz lleno de sabor
En una paellera o sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra. Si no conoces todas sus propiedades, descubre qué es el AOVE.
Añade los ajos picados y sofríelos durante unos segundos hasta que liberen su aroma. Incorpora la cebolla y los pimientos, y sofríe a fuego medio durante unos 10 minutos hasta que estén blandos y ligeramente caramelizados.
3 - Incorporar tomate y ñora para un sofrito irresistible
Añade el tomate rallado al sofrito, distribuyéndolo de manera uniforme sobre las verduras ya pochadas. Cocina a fuego medio durante unos 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. Este tiempo permitirá que el tomate pierda su acidez natural y se integre perfectamente con el resto de ingredientes, aportando una base sabrosa y equilibrada al plato.
Incorpora la cucharada de carne de ñora previamente hidratada, mezclándola con cuidado para que su color y sabor intenso impregnen el sofrito. Cocina todo durante un par de minutos más, asegurándote de que la mezcla esté homogénea y bien integrada antes de continuar con los siguientes pasos.
4 - Cocinar las alcachofas y espárragos: el toque de frescura
Incorpora las alcachofas troceadas y los espárragos cortados en la paellera, distribuyéndolos uniformemente para que se cocinen de manera homogénea. Saltea los ingredientes durante unos minutos a fuego medio, removiendo ocasionalmente para que se impregnen del sofrito y comiencen a liberar sus sabores.
Añade el medio vaso de vino de guisoy cocina a fuego medio-alto hasta que el alcohol se evapore por completo, dejando solo el aroma y los matices del vino. Remueve suavemente para asegurarte de que las alcachofas y los espárragos absorban los jugos y el sofrito, preparándolos para la incorporación del arroz.
5 - Incorporar el caldo y añadir el arroz para una textura caldosa perfecta
Vierte el caldo caliente en la paellera con el sofrito, asegurándote de cubrir completamente las verduras.
Remueve suavemente para distribuir los ingredientes de manera uniforme y ajusta el punto de sal según tu preferencia. Cocina a fuego medio durante unos minutos para que el caldo comience a impregnarse de los sabores del sofrito.
Añade los 250 g de arroz Sabroz distribuyéndolo uniformemente por toda la superficie.Remueve ligeramente durante los primeros segundos para nacarar los granos y asegurarte de que absorban los sabores del caldo desde el principio.
Cocina a fuego medio durante 15-18 minutos, manteniendo una textura caldosa. Si es necesario, agrega más caldo caliente durante la cocción para mantener el nivel deseado de líquido.
6 - Preparar el crujiente de jamón para decorar tu plato
Mientras el arroz se cocina, coloca las lonchas de jamón en una sartén sin aceite y dóralas hasta que estén crujientes. También puedes hacerlo en el microondas durante 2 minutos.
Reserva las lonchas para incorporarlas al final.
7 - Reposar y decorar: el broche final para tu arroz caldoso
Cuando el arroz alcance su punto ideal de cocción, retíralo del fuego y déjalo reposar durante 5 minutos,tapado con un paño limpio o una tapa, para que los sabores terminen de asentarse y el arroz absorba los últimos jugos del caldo. Este breve reposo garantiza una textura aún más melosa y resalta todos los matices de los ingredientes.
Sirve el arroz caldoso en platos hondos, asegurándote de incluir una porción generosa de las alcachofas, los espárragos y el arroz bien empapado en el caldo.
Decora con trozos de jamón crujiente y añade un toque final de frescura espolvoreando perejil fresco finamente picado por encima.
Tu arroz caldoso con alcachofas está listo para conquistar los paladares más exigentes. ¡Prepárate para disfrutar de esta deliciosa receta en compañía de familia o amigos!
Conclusión
El arroz con alcachofas caldoso es una opción perfecta para quienes buscan una receta tradicional, cargada de sabor y con ingredientes frescos como las alcachofas y los espárragos. Este plato no solo destaca por su sencillez, sino también por la versatilidad que ofrece al combinar ingredientes de temporada con el inigualable arroz Sabroz, que garantiza siempre un resultado perfecto.
Si te ha gustado esta receta, te invitamos a probar otras opciones igual de deliciosas como el arroz con alcachofas y verduras o el arroz con pulpitos y alcachofas. Estas propuestas son ideales para explorar nuevas combinaciones y seguir disfrutando de lo mejor de la cocina mediterránea.
¿A qué esperas para cocinar? ¡Manos a la obra!
Trucos de cocina
Consejos para preparar alcachofas
Las alcachofas son un ingrediente tan delicioso como delicado. En nuestra experiencia culinaria, hemos aprendido que prepararlas correctamente marca la diferencia en el resultado final del plato. Retira siempre las hojas más duras externas hasta llegar a las capas tiernas. Pela el tallo para eliminar las fibras y corta la punta de las hojas para un acabado limpio.
Para evitar que se oxiden, sumérgelas en agua fría con limón o perejil inmediatamente después de cortarlas. Este proceso no solo preserva su color, sino también su sabor fresco y natural, garantizando que sean el complemento perfecto para tu arroz.
Opciones de caldos y saborizantes
Elegir el caldo adecuado puede cambiar completamente el perfil de sabor de tu arroz caldoso. Como expertos en recetas con arroz, recomendamos usar un caldo de verduras si buscas una opción ligera y equilibrada. Para un sabor más intenso, puedes optar por un caldo de jamón o incluso combinarlo con un caldo de pollo casero.
¿Quieres un toque especial? Un caldo de marisco aporta un giro único a esta receta tradicional. Probar con especias como la ñora o hierbas frescas como el perejil también puede enriquecer aún más el plato, resaltando su carácter mediterráneo.
Cómo lograr un arroz más cremoso
Lograr un arroz caldoso cremoso no es un desafío si sigues algunos pasos clave. En nuestra experiencia, hemos comprobado que la calidad del arroz es crucial. El arroz Sabroz destaca porque mantiene su textura perfecta sin deshacerse, absorbiendo los sabores del caldo a la perfección.
La proporción ideal para este tipo de platos es de cuatro partes de caldo por cada parte de arroz, y utilizar un caldo bien caliente evitará que la cocción se interrumpa. Además, remover suavemente de vez en cuando mientras se cocina a fuego medio ayuda a liberar el almidón, obteniendo esa consistencia melosa que caracteriza a este plato.
Preguntas de cocina
¿Cómo conservar las sobras de este arroz?
Para disfrutar de tu arroz caldoso en días posteriores, es importante guardarlo adecuadamente. Una vez enfriado, pásalo a un recipiente hermético y guárdalo en la nevera durante un máximo de dos días.
Si necesitas conservarlo más tiempo, también puedes congelarlo; sin embargo, ten en cuenta que la textura del arroz puede cambiar ligeramente. Al recalentar, añade un poco de caldo para recuperar la consistencia original. Para más información, consulta nuestra guía para congelar el arroz.
¿Cuál es el mejor tipo de arroz para este plato con alcachofas?
La elección del arroz es crucial para un arroz caldoso con alcachofas. Como expertos, sabemos que el arroz Sabroz es ideal porque garantiza una cocción uniforme, absorbe el caldo perfectamente y mantiene una textura consistente sin volverse blando.
Este tipo de arroz está diseñado para resaltar los sabores del plato, convirtiéndose en un aliado indispensable en la cocina. Si deseas explorar más opciones, consulta nuestra guía sobre tipos de arroz, variedades y usos en la cocina.
¿Cómo evitar que las alcachofas se oxiden?
Para evitar que las alcachofas se oxiden, lo mejor es sumergirlas en agua con limón inmediatamente después de cortarlas. Otra opción es frotarlas con limón directamente. Estos métodos ayudan a mantener su color verde y evitar que se vuelvan marrones.
Además, es recomendable preparar las alcachofas justo antes de cocinarlas. Si necesitas prepararlas con antelación, asegúrate de mantenerlas en agua acidulada hasta el momento de usarlas. Esto no solo previene la oxidación, sino que también mantiene su frescura.