Arroz chino que enamora

1 - Reúne todos los ingredientes para el arroz chino

Antes de adentrarte en el arte mágico de preparar arroz chino, primero pon tu cocina en modo batalla y reúne todos esos ingredientes mágicos. Te facilitará seguir cada paso con tranquilidad, como un maestro en su almuerzo festivo.

Mide cuidadosamente 200 gramos de arroz Brillante Sabroz, el secreto para un grano perfecto. Luego, pica dos dientes de ajo y corta una cebolla en brunoise. Esto te permitirá integrar los sabores de forma equilibrada durante el salteado.

2 - Cocemos el arroz a la perfección

Pon una olla al fuego con agua y una pizca de sal. Cuando el agua empiece a bailar de emoción, añade el arroz Brillante Sabroz y cocínalo hasta que esté sueltito pero firme, como si estuviera saliendo de un balneario. Escurre bien y deja que se enfríe un poco antes de continuar.

El truco aquí es usar arroz cocido y frío, porque así al saltearlo en el wok no se transformará en una masa pegajosa. Cuida de que el arroz esté en su mejor momento, listo para impresionar en este arroz chino. ¡Ya verás cómo queda de película!

3 - Dale sabor a las verduras con jengibre

Cuando los aromas llenen tu cocina como si fuera un restaurante asiático, sabrás que vas bien. En un wok calentito, echa un chorrito de aceite de sésamo, casi como quien no quiere la cosa. Con cariño, añade los ajos, la cebolla y la zanahoria, y deja que bailen un poco hasta que se pongan tiernos pero con su toque crujiente.

Luego, suma los guisantes y el jengibre rallado, removiendo con gracia para que toda la mezcla libere su magia. Quizás te sientas como un auténtico chef de la receta emblemática de cocina china. Y no olvides, querido cocinillas, que la clave está en mantener todo en movimiento para evitar que los sabores se «disparen» donde no deben.

4 - Haz la tortilla y córtala como prefieras

Ya casi estamos en la recta final de nuestro arroz chino. En otra sartén, vierte los huevos batidos y cocínalos como una tortilla fina. Una vez lista, retírala y córtala en tiras o cuadraditos, como más te guste. ¡Verás cómo el arroz chino se transforma en un verdadero festín!

5 - Mezcla el arroz y las salsas en el sofrito

Aquí viene la estrella del plato: el arroz chino. Echa el arroz cocido al sofrito bien caliente y mezcla como si estuvieras dando un buen baile. Sube un poco el fuego y siente cómo los aromas te transportan a una cocina asiática. ¿No te apetece ya preparar arroz frito chino todos los días?

Ahora, la magia de los sabores: añade la tortilla troceada. Vierte sin miedo un buen chorro de salsa de soja y un par de cucharadas de salsa de ostras; no ser tímido le va a dar ese toque salado y auténtico que tanto buscas. ¡Y a remover sin parar!

6 - Añade cebollino y un toque de pimienta

Apaga el fuego y añade un buen puñado de cebollino picado junto con una vuelta generosa del molinillo de pimienta negra. El aroma que se desprende es como el primer saludo de un domingo soleado, fresco y ligeramente picante, asegurándote un arroz chino de categoría.

Ahora sí, sirve tu creación caliente y disfruta de este plato principal asiático que te llevará de viaje con cada bocado. Con el toque final del cebollino y la pimienta, tu arroz se convertirá en la estrella de cualquier comida. ¡Buen provecho!