1 - Organiza todo lo que vas a necesitar
Antes de encender el fuego, asegúrate de tener a mano todos los ingredientes. Imagina que prepararás un festín de arroz con conejo y caracoles y no querrás dejar a mitad de camino los caracoles, ¿verdad? Tenerlo todo listo hará que cocines feliz, sin correr por la cocina.
Piensa en esta preparación como ponerse listo para una buena película: ¡sin olvidar las palomitas! Cada ingrediente en su sitio te garantizará una receta tradicional de la Vega Baja con ese toque auténtico de la cocina murciana. Confía en mí, tus futuros comensales te lo agradecerán.

2 - Lava y cocina los caracoles
Lava bien los caracoles bajo el grifo. Como quien le da un buen baño a la abuela, paciencia y esmero, que nadie haya sopas de caracol indeseadas. La idea es que queden limpitos y listos para darles la bienvenida a la olla. Es un pasito crucial para que el arroz con conejo y caracoles sea un auténtico festín.
Cuando ya estén relucientes, ponlos en una cazuela con agua hirviendo. Así, tal cual, que bailen durante unos 15 o 20 minutos. Es el tiempo perfecto para que se terminen de retirar las impurezas. Luego, retíralos y déjalos a un lado, como quien reserva el mejor actor de reparto para el gran momento.

3 - Dora bien el conejo
Imagina que el conejo es como un buen amigo que necesita un poco de color para alegrar el plato. Así que calienta tu sartén favorita, añade un chorrito de aceite y coloca los trozos de conejo. Deja que se doren, que adquieran ese tono dorado que recuerda a un atardecer en la playa.
Una vez dorados, con el punto perfecto de crujiente por fuera, es momento de apartarlos como quien guarda un tesoro. Este pequeño descanso le permitirá retener sus jugos y el sabor característico que aportará al arroz con conejo y caracoles. ¡No lo pierdas de vista!

4 - Comienza con el sofrito
Imagina que ya huele a domingo en casa. Este es el momento en el que debemos sofreír el ajo, la cebolla, y los pimientos, tanto el rojo como el verde, hasta que empiecen a bailar en la sartén. Después, añadimos los tomates, que le darán ese toque jugoso.
¿Listo para el toque mágico? ¡Las especias! Un poco de romero y tomillo hará la magia. Mientras los aromas se entrelazan, no te preocupes si no tienes un truco especial, con seguir el compás de estos pasos tendrás un arroz con conejo y caracoles que te hará sentir como un experto de la cocina murciana.

5 - Incorpora el arroz y los caracoles
Lleva el arroz y los caracoles a la fiesta en la sartén, trata de que todos se conozcan bien y, para sumarle emoción, agrega el caldo. Si puedes, usa caldo casero; el sabor se multiplica por mil. Mira esta receta de caldo casero para paella que puedes adaptar.
¿Te imaginas? El secretillo está en que parezca un domingo en la cocina de la abuela: su aroma inconfundible nos recuerda que la paciencia es clave. Pero, si ese domingo está lejos, no pasa nada; tu arroz con conejo y caracoles será un viaje a la Vega Baja.

6 - Deja que repose tranquilamente
¡Aquí viene el truco del almendruco! Al añadir el azafrán, te sugiero que lo viertas con cariño, como dibujando un sol sobre el arroz. Durante esos 15 minutos a fuego medio, notarás cómo la cocina se va llenando de aromas de domingo en familia. Aprovecha para contarle al arroz tus secretos (¡te lo agradecerá!).
Unos minutos antes de que termine el tiempo, incorpora el conejo troceado. Deja que se mezcle bien con la fragancia del azafrán y el calor del arroz. Si lo haces con mimo, el conejo se siente como en casa, dándole su toque especial a esta maravilla de arroz con conejo y caracoles.

7 - Sirve y a disfrutar
Imagina que ya casi sientes el aroma tentador de este arroz con conejo y caracoles, ¿verdad? Pues ahora viene mi truco favorito: apaga el fuego, tapa la olla con un trapo limpio como si fuera un pequeño abrigo protector y déjalo reposar cinco minutos. Este pequeño descanso hace maravillas con los sabores.
Deja que el calor interno termine la cocción. A veces, caer en la tentación de probarlo antes de tiempo es casi irresistible, pero la paciencia tiene su recompensa. Esos minutos de espera lograrán que todo en la receta, desde el conejo hasta los caracoles, alcance la melosidad deseada; como un abrazo delicioso en la cocina murciana.

¡Y ahí lo tienes! Tu arroz con conejo y caracoles está listo para ser devorado. Sirve una generosa porción en cada plato, dejando que los aromas de la receta tradicional de la Vega Baja te transporten a esos domingos familiares llenos de risas y buen comer. Acompaña este plato principal con un buen vino.
No olvides disfrutar de cada bocado. La mezcla de sabores es sencillamente mágica. Siente cómo el conejo y los caracoles se combinan a la perfección con el arroz Brillante Sabroz, creando una sinfonía de texturas que deleita al paladar. ¡Buen provecho, cocinero! Este es un homenaje a la cocina murciana.
