Cuando hablamos de un risotto con nata, hablamos de elegancia y cremosidad en cada bocado. ¿Te animas a darte un capricho? Es facilísimo de preparar y queda ideal tanto para sorprender en una cena especial como para un almuerzo entre semana que sepa a gloria. El secreto mejor guardado está en mimar los ingredientes y controlar bien los tiempos de cocción para conseguir esa textura melosa tan irresistible. Y si usas un buen caldo casero junto con la nata, no hay fallo: ¡triunfas seguro!
¿Te ha sabido a poco y te has quedado con ganas de más risotto? Tengo algunas sugerencias que podrían interesarte. Puedes probar el risotto de verduras, perfecto para añadir más verde a tus comidas. O si eres de esos que se derriten por el queso, el risotto 4 quesos es una delicia que no te querrás perder. Y si lo tuyo es el toque salado y crujiente, el risotto con bacon te va a conquistar desde el primer bocado.
