La experiencia en cocina demuestra que el secreto está en el equilibrio entre salado, dulce, ácido y amargo. Usa cítricos, vinagre, especias o un punto de azúcar para resaltar los sabores. También puedes recurrir a técnicas como la reducción de caldos o la caramelización de ingredientes para añadir intensidad.


La paella de pollo y conejo que sabe a campo, a leña y a domingo