Arroz zamorana

1 - Listo para empezar a cocinar un delicioso arroz zamorana

Antes de meterte de lleno en la cocina, ten a mano todos los ingredientes. Empieza cortando las costillas de cerdo en trozos pequeños y lamina esas salchichas que te gustan. Si te interesa saber cómo sacar el máximo del cerdo, echa un vistazo a esta guía completa sobre cortes de la carne del cerdo.

Toca preparar las verduras: pica la cebolla morada y el pimiento en brunoise, siguiendo ese arte culinario que es el corte en pequeños daditos. El diente de ajo también necesita su toque fino. Añade el tomate rallado o 75 g de tomate triturado, aportando esa frescura que necesita un buen arroz zamorana.

2 - Dorar bien las carnes para que suelten sabor

Primero, pon a calentar dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén amplia. Usa fuego medio-alto, ese es justo el punto para empezar a hacer magia culinaria.

Cuando el aceite esté listo, añade las costillas de cerdo, dales un toque de sal y pimienta. Dorarlas bien es la clave; queremos un tono tostado en todas partes. ¡Ahora es el turno de las salchichas! Cortadas como mejor las veas, sofríelas con las costillas; lo importante es que todo quede bien dorado.

3 - Hacer un sofrito lleno de sabor y aromas

En la misma sartén, aprovechando esa maravilla dorada que dejaron las carnes, dale un paseo a la cebolla, al ajo y al pimiento rojo, justo a fuego medio. Cuando la cebolla esté transparente y el pimiento ya se sienta a gusto, añade el tomate rallado. Cocina durante unos minutos y ¡remueve!, porque al arroz zamorana le va el sabor intenso.

El toque maestro viene con el pimentón de la Vera. Incorpóralo justo al final del sofrito, remueve rápido que no queremos que amargue. Confía en mí, esto hará que tu arroz zamorana sepa como un día de fiesta en Zamora, irresistible y lleno de recuerdos.

4 - Incorporar el arroz y mezclarlo bien

Ahora toca el momento mágico: añade el arroz Sabroz de Brillante a la sartén y dale caña durante un minutillo. Revuelve bien, que cada grano absorba ese glorioso sofrito y se empape de los jugos. Este es el truco para conseguir ese “arroz zamorana” que te hará sentir como si estuvieras en una tasca zamorana de toda la vida.

5 - Agregar las carnes y el caldo para cocinar

Ahora llega el momento de devolver el protagonismo a las costillas y las salchichas doradas. Tus esfuerzos empiezan a dar frutos, ya puedes ver cómo el arroz zamorana cobra vida. Devuélvelas a la sartén y entremezclalas suavemente con el arroz.

El caldo de carne, tu aliado secreto, toma su papel estelar ahora. Vierte lentamente los 400 ml y observa cómo el arroz zamorana poco a poco absorbe todo el sabor, convirtiéndolo en una sinfonía gustativa. Cocina a fuego medio-alto durante 10 minutos, y deja que los aromas atrapen tu cocina.

6 - Cocer a fuego suave para un resultado perfecto

Después de los primeros 10 minutos, baja el fuego y deja que el arroz zamorana se cocine por unos 8-10 minutos más. Déjalo a fuego lento hasta que los granos estén tiernos y el líquido casi desaparecido. No te preocupes, este arroz a la zamorana tiene su propio ritmo.

Vigila con cariño para que no se pegue, pero evita agitar el arroz en exceso. Manteniendo esa calma, lograrás un equilibrio perfecto entre el grano y las suculentas carnes. ¡Disfruta de ese aroma que te hace sentir como un domingo en casa!

7 - Dejar reposar para que los sabores se fusionen

Cuando veas que el arroz zamorana está listo, es momento de darle un último toque maestro. Retíralo del fuego, cúbrelo con un paño limpio y deja que descanse entre 3 y 5 minutos. Este breve respiro permite que todos los sabores se mezclen como una sinfonía en armonía, y el arroz quede perfecto.

¡Listo! Ya tienes un arroz zamorana casero, tan sabroso que te hará sentir como si estuvieras en plena Zamora. Es un plato que no sólo alimenta, sino que también reconforta el alma. Prepárate para disfrutar de la esencia pura de nuestra querida cocina española.