Arroz con pato especiado

tiempo de cocinado 60 min
numero de comensales 5 personas
tiempo total 00:35:00 min
Calorías por ración: 613 kcal

Elaboración

  • ingredientes para Arroz con pato especiado
    Para comenzar debemos preparar la carne para cocinarla en nuestro plato. Para ello pondremos a cocer los 400 gramos de carne de pato en aproximadamente litro y medio de agua hasta que notemos que se ablanda y se pone tierna. Una vez lleguemos al punto deseado de cocción, la retiraremos del fuego y reservaremos el caldo en que ha hervido para más adelante.

    Con la ayuda de un utensilio de cocina (vale un tenedor) desmenuzaremos la carne poco a poco y la reservaremos también aparte.

    Mientras se hace la carne podemos aprovechar para ir cortando las verduras y hortalizas que utilizaremos en el sofrito. Picamos bien la cebolla, el ajo y el tomate.
    sofreír el tomate, la cabeza de ajo y el laurel
    En una cazuela pondremos aceite de oliva a calentar para hacer un sofrito con el tomate, la cebolla, la cabeza de ajo y el laurel.

    Una vez que tengamos el sofrito bien pochadito, añadiremos a la cazuela la carne desmenuzada, las pasas de corinto, las almendras, los piñones y los pistachos. Lo dejamos cocinar todo unos minutos a fuego medio.
    agregar la carne desmenuzadaagregar pasas, almendras picadas, piñones y pistachos
    Pasados esos minutos, llega el momento de incorporar el caldo que habíamos reservado de cocer la carne de pato. Concretamente, utilizaremos seis tazas. A la vez, añadiremos las especias: colorante, clavos, jengibre y pimienta, y haremos una rectificación de la sal según necesitemos.
    se agrega el caldo de patoañadir los clavosañadir el colorante y el jengibre
    Cuando todo el contenido comience a hervir ya estaremos listos para echar el arroz Brillante Sabroz a la olla. Como siempre, hazlo con el fuego alto y cuando esté hirviendo baja la intensidad.agregar el arroz

    Dejaremos que todos los ingredientes hiervan durante 20 minutos con la tapa quitada. La idea es que no todo el agua se evapore, sino obtener un plato acuoso, casi un arroz caldoso, con mucho sabor y una textura cremosa y delicada en la que se fusionen todos los matices de la carne de pato, las especias y los frutos secos. Y ¡a disfrutar!

Curiosidades sobre la carne de pato

En la gastronomía española no es muy usual encontrar recetas donde la carne de pato sea la protagonista. De hecho, el principal país productor de carne de pato es China, uno de los países que cuenta con este animal como el protagonista de uno de sus platos estrella: el pato a la pekinesa. Y es que este tipo de carne es sobre todo muy popular en muchas regiones asiáticas como Myanmar, Vietnam, Corea o Malasia, aunque el segundo país productor de este animal sea Francia.

Además de ser el primer país productor de pato, China – y Asia en general – ha sido tradicionalmente una de las zonas exportadoras de especias más importantes. Por tanto, no es casualidad que muchas de las recetas de pato sean muy especiadas, además de ser una receta milenaria.

Bien es cierto que es en los países orientales donde más tendencia hay a comer el pato marinado o cocinando la carne de formas similares a las de esta receta, mientras que países como Francia es más común el consumo de este animal en forma de foie o foie gras (fuagrás en castellano). El foie no es ni más ni menos que un producto proveniente del hígado hipertrofiado del pato o del ganso.

En España confundimos este foie con lo que llamamos fuagrás, pero fuagrás y paté no es lo mismo. En la tradición española llamamos fuagrás al paté de hígado, ya sea de ave o bien de cerdo. Pero el foie originario se obtiene obligatoriamente del hígado de un animal que debe haber sido alimentado mediante cebado. Países como Argentina, India, Israel, Reino Unido, Italia o Alemania prohíben estas prácticas de alimentación forzada al ser consideradas maltrato hacia los animales.

Dentro de España, las regiones donde más pato se consume son Cataluña y País Vasco, donde se suelen preparar tostas con tomate, aceite de cebollino y, como sustituto al jamón ibérico, unas lonchas de jamón de pato ahumado.

Otras recetas con carne de pato

Aunque el foie se produce cada vez en menor medida, hay otras muchas recetas que pueden elaborarse con la carne de este animal, que forma parte de la gastronomía de países muy diversos.

En Indonesia, por ejemplo, preparan el pato condimentado con raíces picantes y hierbas diversas para después envolverlo en hojas de plátano y asarlo. También en Francia son expertos en pato a la naranja, una receta muy tradicional y clásica en la que se sirve pato asado con salsa de naranja.

En China, además del pato a la pekinesa, que se sirve con panqueques, salsa hoisin, cebolletas o salsa de fideos dulce, también podemos encontrar otros platos elaborados con pato. Es el caso del Pato zhangcha, muy tradicional en la gastronomía de la región de Sichuan, y en cuya receta el pato se marina sobre hojas de té y hierbas aromáticas para después ahumarlo. Tras el ahumado, se cuece al vapor para acabar friéndolo y aportando un toque crujiente al acabado.

También en China se consumen popularmente huevos de pato en salazón, que incluso se venden en numerosos supermercados con una capa de carbón vegetal recubriéndolos y envasados en un plástico al vacío. La preparación de estos huevos es remojándolos en salmuera durante un tiempo estimado de tres semanas.

Las propiedades nutritivas de la carne de pato

La carne de pato es una de las más saludables que podemos encontrar en el mercado. Se trata de una materia prima muy baja en grasas y con un excelente valor proteico, que aporta todos los aminoácidos necesarios para nuestra dieta. Contiene además una fuerte carga de vitaminas esenciales, como las del grupo B, e incluso la vitamina C, D, E y A.

La carne de pato es magra, por lo que está compuesta prácticamente en su totalidad por fibras musculares. Una vez que le retiramos la piel pasa a ser una carne magra con muchos nutrientes que ayudan a nuestras defensas a ser más fuertes, y que nos aporta una cantidad muy baja de colesterol. Es muy importante retirar la piel del pato antes de cocinarlo, dado que aunque puede resultar realmente sabrosa, tiene bastantes grasas saturadas que no van a ser bien recibidas por nuestro cuerpo.