Pastel de arroz con pollo

tiempo de cocinado 50' min
numero de comensales 4 personas
numero de comensales Española
Calorías por ración: 306 kcal

Elaboración

  • Para comenzar, reunimos y preparamos todos los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar este pastel de arroz con pollo.
    Ingredientes para hacer pastel de arroz con pollo

  • Pelamos y picamos los dientes de ajo y los ponemos en una cacerola, con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando comiencen a dorarse, incorporamos el arroz y los granos de pimienta. Mareamos un poco e incorporamos el agua, y dejamos cocer unos 15 minutos.
    Incorporamos el arroz y los granos de pimienta

  • Mientras el arroz se cuece, pelamos y picamos la cebolla y la zanahoria. Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva virgen extra, la cebolla y la zanahoria picada, y dejamos que se cocinen a fuego suave.
    pelamos y picamos la cebolla y la zanahoria

  • Cuando comiencen a dorarse, añadimos la pechuga de pollo -que hemos cortado en trozos pequeños- y un poco de sal. Dejamos que el pollo se cocine y, cuando esté hecho, añadimos el tomate frito. Mezclamos y reservamos.
    Añadimos el tomate frito

  • En un molde o en una bandeja de horno, ponemos la mitad del arroz. Encima ponemos todo el pollo y el resto de arroz. Cubrimos con la bechamel y terminamos con una capa generosa de queso rallado, del que más os guste.Cubrimos con la bechamel

  • Metemos en el horno, precalentado a 180ºC, unos 20 minutos. Si queréis podéis gratinar el queso al final. Y ya tenemos listo nuestro delicioso Pastel de arroz y pollo.

Vídeo receta

Pastel de arroz con pollo

Llega el momento de sorprender a los pequeños de la casa, con una receta llena de sabor. Prepárate porque también te sorprenderá a ti, no solo por su sencillez, sino por lo rápido que puedes obtener este ingenioso plato. Reúne los ingredientes, porque hoy toca un delicioso pastel de arroz con pollo, una receta de Ana María Cocinando entre olivos, con la que quedarás como un rey. ¿Le damos Sabroz a tu día?

Esta receta puede parecer un poco laboriosa a simple vista, pero la verdad es que merece la pena. Tampoco es necesario que seas un gran cocinero para conseguir grandes platos y esta es la muestra de ello. Con este pastel de arroz con pollo elaborarás un plato universal, que gusta tanto a los más pequeños como a los mayores. Es ideal para esos días en los que no sabes qué cocinar y te apetece algo rico.

Una receta para darle ingenio a tu cocina

Sal de los gratinados de siempre y cocina un plato con el que revolucionar tus almuerzos. Cocinar es un placer y descubrir nuevas recetas puede ser la forma ideal de desconectar de los problemas de la semana, la rutina y el trabajo. ¡Basta de obligaciones! Es el momento de darte un capricho.

Aprende a preparar este pastel de arroz con pollo con la receta paso a paso de Ana María de Cocinando entre olivos. Este pastel de arroz con pollo se hace desde siempre en mi casa. ¡Cómo nos gusta! Una receta sencilla, económica y llena de sabor. Podéis tenerlo preparado con antelación y, justo a la hora de comer, lo horneáis. Es la ventaja de hacerlo con Arroz Sabroz, ya que no se pasa y queda en su punto óptimo de cocción. Sin lugar a duda, será todo un éxito que cocinaréis muchas veces. ¿A qué esperas para ponerte manos a la obra?

Y, si buscas el punto final perfecto para darle dulzor a tus comidas, ¿qué te parece un postre? Este puding de arroz con leche está hecho para que disfrutes de ese capricho final, fresquito y delicioso. ¡Nada de excusas! Vamos a celebrar por todo lo alto.

  • Cómo hacer este riquísimo plato

Lo cierto es que esta receta no tiene ningún misterio. Si quieres darle un toque picante, añádele un poco de curry al dorar el pollo. Conseguirás una intensidad de sabor muy rica y con la que darle un punto distinto al gratinado. Por otro lado, elige bien el queso que vas a utilizar para gratinar. En el supermercado, encontrarás quesos especiales para gratinado pero, si prefieres rallar tú algún queso, decántate por parmesano, emmental o mozzarella. ¡El toque especial que estás buscando para rematar esta espectacular receta!

  • Un truco Brillante: ¡la bechamel!

Hacer la bechamel perfecta puede ser una tarea compleja, pero vamos a darte las claves para que consigas hacerla sin dificultad. Recuerda dorar bien la harina en un cazo con mantequilla derretida; de esta manera, no se harán grumos. Ve añadiendo la leche, muy poco a poco, mientras vas agitando la mezcla, con ayuda de una varilla, consiguiendo una crema untuosa. Ve añadiendo líquido, a medida que lo vayas necesitando. Salpimienta y añade un toque de nuez moscada, para hacer una bechamel inolvidable. ¿A qué esperas?

¿Sabías que la bechamel es un invento italiano? La teoría es que surgió de la mano de los cocineros de Catalina de Médici, perteneciente a una de las familias burguesas más importantes de la época, allá por el siglo XVI. Catalina se casó con Enrique II de Francia, por lo que la receta se transportó a aquella corte con ella. La primera muestra por escrito de esta receta data de unos 100 años después y está firmada por François Pierre de La Varenne, el cocinero de un marqués. Sin embargo, la receta tal y como la conocemos hoy en día se le atribuye al cocinero del aristócrata Luis de Bechamel, de quien obtendría el nombre. 

A lo largo de los años, esta receta ha ido cambiando e incluso dado lugar a otro tipo de salsas, como la Mornay, que es una especie de bechamel enriquecida. Además, para algunas recetas, la bechamel llevaba quesos muy llamativos como el gorgonzola o el roquefort. Un punto de sabor más a este ingrediente, ya de por sí muy completo. 

Sea como sea que nació la bechamel, la verdad es que ha pasado a ser una parte importante de muchas de nuestras recetas. Una de ellas es las famosas croquetas, uno de los platos más típicos del imaginario español (aunque, sorpresa, también son de procedencia francesa), así como para rellenar ciertas recetas de canelones, lasañas e incluso pimientos rellenos. Se puede hacer una variante vegana con leche de procedencia no animal como la de soja. Y es que no tienes por qué renunciar a comer rico. ¿Te apuntas?